Un mal jefe es aquél que en lugar de respeto imparte miedo. Una actitud autoritaria solo repercutirá trayendo una baja productividad y falta de talento entre sus filas. Así pues, si quieres ser un superior que inste a la motivación y a la superación, deberás de evitar decir en la oficina estas frases que todos conocemos y que son tan nocivas para los empleados
“¿Acaso no sabes hacer esto?” Esta frase daña la motivación del empleado y pone en duda sus aptitudes. Evita verbalizarla si no quieres conseguir una actitud reticente.
“Que sea la última vez que…” Las amenazas nunca funcionan, y menos en la oficina. Aunque vaya disfrazada de advertencia, esta sentencia no hará sino instigar miedo.
“Tienes suerte de trabajar aquí…” Criticar otras empresas solo hablará mal de ti y no de ellas, procura evitar hacerle sentir especial de este modo, porque no funciona a largo plazo.
“Este no es mi problema”. Intenta escuchar cada excusa que te justifiquen, la empatía es un factor determinante para ganarte el apoyo y el respeto de tus empleados.
“Para eso justo te pago” Esta frase manida solo es sinónimo de un ego elevado y de una autoridad que para nada se corresponde. Nadie es propiedad de nadie como para tener que recibir dicho requerimiento.
“Tenemos que recortar gastos entre todos” No uses esta frase si no estás seguro del poder que puede causar: miedo, inseguridad y un empleado que estará alerta constantemente por si las moscas.
“Así se han hecho las cosas siempre” Intenta abrir tu mente y oír nuevas propuestas, incluso del becario más novato, pueden sorprenderte gratamente. Si no lo haces, sesgarás imaginación en el equipo.
“No te pago para esto” No importa lo que el empleado esté haciendo, nunca le recuerdes que su misión se limita meramente al aspecto económico, porque acabará viéndolo solo así y sintiéndose fuera de la empresa.
“Lo siento, no hay nada más que hacer” Lavarse las manos con esta frase es un error que muchos jefes cometen, ya que solo habla de tus irresponsabilidades y falta de empatía.
“Los problemas personales, fuera de la oficina” Piensa que mañana puedes venit tú mismo con un desbarajuste personal al lugar de trabajo, ¿te gustaría oír tal desprecio? Antes de empleados, son personas. Valóralos como tal.