La explosión del fenómeno de las fake news ha sido motivo de preocupación tanto para los medios como para los propios ciudadanos sobre todo en un tiempo en el que la incertidumbre y los cambios sociales están a la orden del día y, en consecuencia, necesitamos estar más y mejor informados que nunca.
Las noticias falsas comenzaron a hacer acto de presencia de manera notable durante las elecciones americanas y fueron, precisamente, la palanca que impulsó a Donald Trump a la Casa Blanca.
Y es que, su estrategia política se centró en difuminar las líneas que separan la verdad de la mentira, en utilizar la incertidumbre y la confusión para su propio beneficio.
Los “hechos alternativos” del magnate ya se han convertido en el sello personal de la nueva administración y, aunque la mentira es el mejor aliado de la demagogia y de la tiranía, lo cierto es que resulta un verdadero enemigo para las marcas.
Así lo cuenta Jason Lonsdale, chief strategy officer de Mekanism en un artículo en The Drum.
“Para que una marca tenga éxito, para construir lealtad y brand equity, necesitamos que la gente se preocupe por ellas. Para triunfar, necesitamos crear energía. Necesitamos que la gente se crea los mensajes de las marcas y no los clasifique inmediatamente como basura. Para triunfar necesitamos estar en el negocio de la verdad”, argumenta.
Además, añade, que no solo las mentiras son las enemigas de la verdad sino también el sesgo ideológico, la suposición e incluso los datos. Y es que, la verdad real procede de la gente y no de los números.
“La verdad es elusiva, es caótica contradictoria y genera tensiones y es por ello que es el origen de las mejores historias”, asegura.
Es por ello que en la era de la post verdad en la que nos encontramos solo aquellas marcas honestas transparentes y resilientes serán las que no solo sobrevivirán sino también triunfarán.
Aquellas que tengan una visión consumer-centric tendrán un propósito claro y arraigado que se refleja en productos y servicios y a través de comunicaciones basadas en insights relevantes que tienen un importante papel en la vida de los consumidores.
Lonsdale ofrece además 3 claves que toda marca debe entender, asumir y poner en práctica en la era de la post verdad:
1. Asegúrese de que su marca cuente con un claro propósito y sobre todo de que deja claro a los consumidores no solo lo que hace sino el porqué de su existencia.
2. En segundo lugar, deje a un lado los mensajes basados en la sabiduría popular o en tono ilusorio y opte por la verdad.
3. Respete siempre a su audiencia. Recuerde que son humanos que tienen deseos, necesidades, esperanzas y sueños más allá de su relación con el producto o servicio. Deje de pensar en ellos como consumidores, piense menos en lo que hace su producto y más en cómo puede dar valor a la vida de la gente.
Aunque ninguna de estas tareas estás exenta de esfuerzo, tiempo y mucho trabajo, ignorar la compleja realidad que se ha instalado no es una opción para las marcas que deben, por imperativo de los consumidores, unirse a la revolución de la verdad en una época en la que la mentira es la norma.
Fuente: Marketing Directo