No es un secreto que una imagen profesional trabajada con cuidado abre muchas puertas en el entorno laboral, sin embargo, la imagen profesional va más allá de cómo te vistes para las reuniones de trabajo y tiene más que ver con la manera en la que te presentas a los demás en un contexto profesional. Comportamiento, lenguaje no-verbal y una vestimenta adecuada, son claves que te ayudarán a generar confianza y credibilidad.
Para convertirse en una herramienta efectiva y lograr una diferencia, el trabajo en la imagen profesional debe ser integral. Un conjunto de diseñador no servirá de mucho si quien lo viste no tiene la actitud indicada. Por el contrario, la mejor disponibilidad será ignorada si esa persona no cubre los requisitos básicos de higiene.
Si no tomas las riendas de tu imagen en la oficina, otros lo harán por ti. Las personas observan el comportamiento de sus compañeros de trabajo constantemente y a partir de eso forman criterios sobre tu carácter, habilidades y grado de compromiso. Lo más sensato es tomar las riendas e influir en la percepción que tienen los demás sobre ti.
El equipo de la startup Trendier preparó estos consejos que te ayudarán a definir una imagen profesional que hará lucir lo mejor de ti mismo en un entorno laboral:
1. CALIBRA LA SITUACIÓN
Atrás quedaron los años en los que un traje era la solución adecuada para cualquier reunión de negocios. Entre los muchos cambios que trajo la ola emprendedora al mundo de los negocios está una mayor variedad al momento de elegir vestuario. Es difícil imaginar a Steve Jobs sin su característico suéter negro de cuello de tortuga o a Mark Zuckerberg sin jeans y camiseta gris. Sin embargo, esto no quiere decir que el código de vestimenta haya sido abolido.
Antes que elegir un atuendo específico, es importante calibrar la situación. Si se trata de una reunión de alto perfil a donde asistirán inversionistas y empresarios, entonces un traje es lo más recomendable. Si se trata de una entrevista de trabajo con una startup famosa por su relajada cultura laboral, entonces lo ideal es un atuendo más relajado.
Para el diario, es recomendable usar ropa cómoda aunque sin excederse. La regla no escrita, incluso en los ambientes de trabajo relajados, es no llegar en pants, bermudas o camisetas sin mangas.
2. CUIDA LOS DETALLES
Una vez que te decidiste por el estilo que usarás, asegúrate de lograrlo de manera correcta. Si vestirás formal, trata de demostrar sobriedad y un estilo pulcro. Evita las camisas de manga corta o las camisetas polo, y cuida que la talla del traje se ajuste a tu tipo de cuerpo. Ignorar este tipo de detalles denota descuido, lo que se reflejará negativamente en tu persona.
Algunos errores comunes al vestir son:
- Combinar zapatos con calcetines blancos o deportivos
- Usar camisas de tonos más oscuros que el saco
- Llevar zapatos sucios o ropa arrugada
- Vestir camisa de manga corta en ocasiones formales
- Descuidar la higiene personal como el largo de las uñas
- Excederse con los accesorios como collares, anillos o relojes.
3. HAZTE PRESENTE
De nada sirve el atuendo perfecto si no logras demostrar que eres una persona calificada para el trabajo. Para resaltar durante las reuniones puedes practicar técnicas de oratoria, que te enseñarán el manejo apropiado de los tonos y matices de la voz. Esto enriquecerá tus presentaciones y las volverá memorables, causando así una impresión positiva.
Si no estás acostumbrado a hablar en público, recuerda que modular algunos aspectos de tu cuerpo pueden ayudar. Deja de tamborilear, mover nervioso la rodilla o tocarte en exceso la cara o el cuello, pues eso solo abona al nerviosismo tuyo y de los demás. Respira hondo, ordena tus ideas y concéntrate en lo inmediato, eso te ayudará a salir al paso de cualquier apuro y te hará ver como alguien en dominio de sí mismo.
4. GENERA EMPATÍA
Uno de los requisitos para causar una buena impresión es generar empatía, así te recordarán y se mostrarán receptivos. Presta atención sincera a lo que te dicen y asegúrate que tu postura lo refleje, aunque sin exagerar. Transmite de manera humilde tus fortalezas y busca participar cuando puedas aportar a la discusión, pero tampoco tengas miedo de reconocer el talento ajeno o aceptar cuando una situación te rebase.
Algunos “hacks” que recomiendan especialistas en comunicación no-verbal son hacer contacto visual constante con tu interlocutor, sonreír y dar un apretón firme de manos y, dentro de lo posible, reflejar su postura corporal para generar confianza.
Es importante saludar a todos por igual. Un error que algunos cometen es saludar solamente a las figuras de autoridad. Lo recomendable es saludar a todos y presentarse ante los desconocidos, esto da la impresión de ser sociable y de trato fácil, una característica típica de las figuras de poder.
Fuente: Emprendices