¿Te has planteado alguna vez por qué no consigues tener éxito en lo que te propones? Tanto si hablamos de éxito profesional (que es lo que la mayoría asocia con la palabra “éxito”), como si nos referimos a otros ámbitos, a veces te parece un imposible, ¿verdad?
Una de las razones más frecuentes de que no lo consigas es el miedo a fracasar, que hace que ni siquiera lo intentes; pero si indagamos un poquito más hay otras dos razones escondidas: 1) que no crees merecértelo (escribí un artículo sobre este tema hace tiempo), y 2) que tienes miedo, pero no al fracaso, no, sino al éxito.
Puede parecer absurdo tenerle miedo al éxito, si es lo que en realidad quieres, ¿no? Pero no hay nada de absurdo, de hecho, estas son las razones principales de que, en el fondo, te de miedo conseguir el éxito:
1. Crees que si tienes éxito no vas a tener pareja, no vas a atraer a nadie. Asocias las mujeres exitosas con arpías egoístas y solas.
2. Crees que tener éxito afectará a tu familia (y no para bien), eso si llegas a tener familia, porque tienes la idea de que las mujeres de éxito o no tienen hijos o se pasan el día esclavizadas y no tienen tiempo para verlos.
3. Asumes que tener éxito significa tener dinero, y que en cuanto tengas más dinero te volverás una arpía sin corazón, porque ya “sabemos” que la gente con dinero es egoísta y mala.
4. Piensas que si tienes éxito y hablas de tus logros la gente te rechazará. Van a pensar que eres una prepotente y no querrán tener nada que ver contigo. Resultado: te quedarás sola.
5. Estás convencida de que para ganar y tener éxito alguien tiene perder, y a ti te gusta ayudar a los demás, no quieres pisotear a nadie, que es lo que crees que vas a tener que hacer.
Después de leer esto, ¿te extraña que no quieras tener éxito? Con estas creencias no es que no puedas, es que casi prefieres irte a vivir debajo de un puente. Pero vamos a ser realistas, esto es lo que te sugiero:
• Define qué es tener éxito para ti y en función de eso podrás decidir qué hacer a continuación. Porque a lo mejor lo que te da más miedo se corresponde a una definición de éxito que no es la tuya.
• Identifica tus prioridades. Si tienes claro qué es lo que verdaderamente te importa, te resultará más fácil tomar medidas para que esas prioridades no se vean muy afectadas. Quítate de la cabeza la imagen de la mujer de éxito sin hijos, si quieres tener hijos hazlo tu prioridad y modifica lo que necesites para conseguirlo. No te arrepentirás porque es tu prioridad. Si por el contrario prefieres centrarte en tu carrera, haz lo que sea necesario para conseguir lo que quieres. Pero, por favor, ten muy claras tus prioridades, que no pasen los años y te des cuenta de que has empleado tu tiempo y energía en cosas que, en realidad, no te importaban.
• Algunas personas te rechazarán cuando consigas el éxito. Algunas personas te rechazarán si no consigues el éxito. Algunas personas te rechazarán. Esas personas no te importan, no merecen la pena. Céntrate en las que sí estarán ahí.
• Una competencia sana no significa pisotear a nadie. Para llegar donde tú quieres habrá momentos en que otras personas estarán implicadas y tendréis que competir. ¿Cuál es el problema? Que asocias competir con pisotear y humillar al otro. Hay gente que lo hace, tú no tienes por qué hacerlo. Muchas personas han llegado donde están gracias a su trabajo y a sus propios méritos, sin necesidad de pisotear ni engañar. Esa puedes ser tú, tener éxito NO significa ser una mala persona.
• Elimina la creencia de que el dinero es la raíz de todos los males. El dinero te hace más de lo que eres. Si eres mala, te volverás peor. Si eres generosa y te gusta dar, con más dinero darás más. Que te gusta vivir con comodidad, vivirás con más comodidades; que te gusta donar dinero a ONGs, donarás más dinero. Punto.
¿Qué creencias vas a elegir a partir de ahora? Te sugiero que olvides la primera parte y te centres en la segunda, notarás la diferencia.