Desde pequeños nos enseñan a trabajar en equipo, pero hay algo que no nos enseñan y en lo que fallamos incluso siendo adultos: escoger la compañía adecuada. Al igual que cuando hacías el equipo de fútbol en el colegio, en los negocios también hay que escoger no sólo a los mejores, sino también a aquellos con los que mejor te llevas. Y para que no te equivoques a la hora de elegir a tu próximo socio, en este artículo te proponemos 5 cosas que debes tener en cuenta para escoger al mejor.
Que haya confianza
Ten en cuenta que vas a tener que pasar muchas horas junto a él. Si no eres capaz de confesarle qué hiciste anoche en esa fiesta, tampoco serás capaz de confesarle esa idea tan buena que os puede hacer ricos. Además, ¿merece la pena asociarse con alguien a quien le tengas que ocultar cosas o en quien no puedas delegar una tarea?
Que trabaje de forma parecida a ti
O mañanas productivas o largas noches de trabajo, pero las dos a la vez son imposibles. Elige a alguien que sea similar a ti en cuanto a horarios. Y, por supuesto, en la forma de trabajar. “Cada maestrillo tiene su librillo”, dice el refrán, pero trata de escoger a aquel que tenga el libro más parecido posible al tuyo.
Que tengan objetivos comunes
Si tú quieres perseguir un sueño y tu socio solamente quiere ser rico, es posible que acabéis mal. Es muy importante que compartáis objetivos y visión desde un principio, sino el negocio no irá bien. Tenéis que remar ambos en la misma dirección si queréis llegar a alguna parte.
Que tenga una personalidad compatible con la tuya
No es aconsejable dar con alguien exactamente igual que tú como socio. Sus fortalezas serán las tuyas, pero sus debilidades también, ahí está el problema. Necesitas a tu lado alguien que pueda apoyarte cuando flaquees y viceversa. Alguien que no se hunda a la vez que tú y con quien no discutas a todas horas.
Que sus habilidades sean complementarias a las tuyas
Siempre será mejor que cada uno se dedique a una cosa. Esto no quiere decir que tengas que buscar a alguien que no sepa hacer nada de lo que tú controles, pero es mejor que cada uno sea maestro en una cosa. De esta forma, nada interferirá en el trabajo de nadie, sino que lo mejorará.