En muchas ocasiones lo que hace que una empresa no funcione del todo bien, o que sus empleados no sean felices o que los clientes no estén cien por cien satisfechos, son pequeños errores que pueden pasar desapercibidos en el día a día rutinario de una compañía. Aquí tienes 5 muy comunes y con fácil solución.
1. Falta de compañerismo
La falta de compañerismo entre los empleados puede crear un mal ambiente laboral que posteriormente se refleje de cara a los clientes. Lo mejor es que todos los empleados se lleven bien o al menos se respeten durante las horas de trabajo. Para ello son buenas las reuniones después del trabajo, los proyectos en equipo o fomentar la interactuación entre todos los empleados de la empresa.
2. Exceso de control
Un exceso de control sobre los empleados puede ser fatal. Con esto nos referimos a un constante agobio sobre el trabajo que están desempeñando, la total falta de libertad a la hora de sugerir ideas o las excesivas “reprimendas” cuando alguien mete la pata.
3. Incumplimiento de horarios
Es importantísimo para el buen funcionamiento de un negocio que se respeten los horarios. Al igual que es malísima la impuntualidad repetida en el tiempo, también lo es trabajar más horas de las que se debe de manera reiterada, ya que esto provoca fatiga, pérdida de calidad en el trabajo, mal humor… mil cosas que repercuten directamente en el cliente y con ello sobre la imagen que proyecta la compañía.
4. Uso excesivo de la tecnología
Hay empresas que se apoyan excesivamente en la tecnología y la usan para cualquier cosa. Por ejemplo: no es necesario usar el email para hablar con un compañero que está a 20 metros, mejor levántate y charla cara a cara con él. El excesivo uso de la tecnología hace que perdamos la capacidad de esforzarnos por algo y que dejemos de interactuar con el resto de personas.
5. Falta de uso de la tecnología
En el polo opuesto están las empresas (normalmente con muchos años) que apenas hacen uso de la tecnología: cuentas a mano, no disponer de página web… Esto puede generar un atraso importantísimo con respecto a la competencia más directa de tu negocio.