¿Estás pensando en renunciar a tu empleo para dedicarte a lo que realmente te gusta? Constantemente me escriben muchas personas agobiadas porque se sienten inconformes con su trabajo y quieren dedicarse a otra cosa, pero no saben cómo. Personas que son infelices en lo que hacen y que se sienten frustradas y bloqueadas porque no ven una alternativa viable. ¿Te pasa a ti también?
Lo que me resulta especialmente interesante de estos casos es que las personas generalmente solo ven una opción, blanco o negro, o sigo como estoy o lo dejo todo y hago lo que me gusta y, claro, ante esa disyuntiva se bloquean, normal. Sin embargo, la realidad puede ser muy distinta y esa es una de las cosas que más me gusta hacer con mis clientes, hacerles ver las distintas opciones que tienen delante y que a veces, por tu estrés o bloqueo, no eres capaz de ver.
¿Cuáles son esas opciones? Por supuesto depende de cada caso, pero tengo para ti cinco recomendaciones.
¿Qué hacer si quieres renunciar a tu empleo y dedicarte a lo que realmente te gusta?
1. No dejes tu trabajo todavía
No hace falta ser tan radical, a no ser que tengas un buen colchón económico que te permita vivir sin estrés como mínimo un año. Dejar tu trabajo y partir de cero puede significar mucho estrés para ti y afectarte de muchas maneras. Lo recomendable es compaginar ambas cosas, al menos al principio, y si todavía no puedes ni siquiera compaginar porque partes totalmente de cero y tampoco te gusta tu trabajo, cambia la perspectiva y considéralo un medio para conseguir lo que de verdad quieres. ¿Qué puedes aprovechar de tu situación actual? Quizá puedas empezar a hacer contactos, o ahorrar para tener ese colchón económico que te permita en un futuro dedicarte a lo que te gusta, o pagar las facturas y poder tener tiempo para practicar. ¿Qué puedes aprovechar ahora?
2. Ten paciencia
Esto es algo importantísimo y ya lo he dicho más veces: que no puedas hacer algo ahora no quiere decir que no lo puedas hacer nunca. Vivimos en una época de inmediatez en la que todo tiene que ser ahora mismo, y porque no pudo ser ayer. Para algunas cosas está bien, pero para otras no y este es uno de esos casos porque te desesperas y crees que tu no vales para eso y que tu vida no tiene sentido y tampoco es eso.
Hay un momento para cada cosa, a veces no tienes que esperar mucho y aveces sí, hay cosas que requieren su tiempo. Que se lo digan a alguien que quiere ser médico o científico, son muchos años de estudios y formación, así que tampoco se puede pretender ahora construir Roma en día.
La cuestión es no rendirse. Si de verdad quieres dedicarte a eso analiza tu situación actual y haz un plan, eso hará que recuperes la motivación y que puedas decidir qué pasos dar para acercarte a tu objetivo. Además, no tienes por qué quedarte de brazos cruzados mientras tanto.
3. Empieza a hacer algo
Este es uno de los errores que más veo, quedarse de brazos cruzados. O todo o nada. Puedes empezar ya mismo aunque sea con algo pequeño, leyendo un libro, haciendo un curso, averiguando cómo vivir de lo que te gusta, lo que sea que suponga un avance. También puedes empezar a hacer lo que te gusta como una afición, aunque no quieras que sea una afición, pero mejor eso para empezar que nada. Eso te mantendrá enfocada, te llenará de energía y quién sabe qué oportunidades te brindará.
4. No esperes a que llamen a tu puerta
Lánzate tú, busca, pregunta, insiste (con educación y con límites, por supuesto). Eso de esperar a que te llamen no lleva a ningún lado. No quiere decir que vayas a encontrar algo ahora mismo, pero aumentará tus posibilidades, eso está claro. Y si no sabes dónde, pregunta, busca. No te escudes en los peros y los “no sé cómo”, recuerda bien: “quien quiere, puede”; y también “quién algo quiere, algo le cuesta.”
5. Escucha lo que te piden
La de veces que he escuchado decir a clientas o lectoras que sus amigos o conocidos les piden que hagan eso que se les da tan bien y ellas… ¡hacen oídos sordos! Hay que aprovechar las oportunidades y escuchar a tus clientes potenciales. Si todo el mundo te pide que le des un masaje y te intentan pagar, no vayas tu y pongas excusas o no cobres. Si te piden tus servicios, ¡dáselos!
Es obvio pero MUCHA gente no lo hace y espero que tu no seas una de ellas. Si quieres ser coach, practica y luego cobra, si eres nutricionista lo mismo. Sea lo que sea a lo que te quieres dedicar, primero hazlo, y segundo, no menosprecies tu tiempo, esfuerzo y talento y cobra por ello. Y si no lo haces, que sea una decisión bien pensada, estratégica; si no, a ponerse en marcha y empezar a hacer cambios.
Así que ya sabes, aplica estas recomendaciones y empezarás a ver progreso, que es lo que de verdad importa que te vayas acercando a tu objetivo.
¿Por dónde vas a empezar?