Un buen ambiente laboral, es sinónimo de productividad y compromiso, por eso muchas empresas se empeñan por fomentar las buenas relaciones y el trabajo en equipo, pero por mucho que se esfuercen, es inevitable que en ocasiones existan conflictos que perjudiquen el desempeño de los colaboradores.
La competencia desleal es uno de los comportamientos más nocivos para las organizaciones. Si bien en el lugar de trabajo puede ser provechosa y llevar a sacar lo mejor de cada uno, en algunos casos puede sacar lo peor de las personas. Para controlar la naturaleza de la competición, es necesario que la empresa se preocupe por fomentarla de manera sana y frenarla cuando es sinónimo de una traición y perjudique el clima organizacional.
Inevitablemente existen trabajadores muy competitivos, por eso es fundamental establecer directrices claras y recordarles que en la empresa se valora ante todo el compañerismo, el trabajo en equipo y que deben actuar de manera ética.
Las personas competitivas pueden provocar sentimientos de irritación, ansiedad e impotencia. Además, pueden hacer creer a los demás que son inferiores y con falta de talento. Pero, en ocasiones, el entorno responde siendo más competitivo y es ahí cuando el ambiente se vuelve extremadamente negativo y perjudicial para el resto.
El ambiente laboral es uno de los factores más importantes para lograr el bienestar en el trabajo, por ello cuando esta parte de nuestra vida profesional es problemática, sus efectos pueden llegar a afectar nuestra vida personal. Te entregamos 5 tips para evitar que este tipo de ambientes afecten tu desempeño.
1. Identifica su naturaleza: antes de enfrentar a ese compañero que juega sucio, es importante que consideres que la mayoría de las actitudes competitivas están vinculadas con personas que tienen baja autoestima e inseguras. Utilizan estos comportamientos porque les da miedo que la otra persona resalte por sobre él. Después de haber meditado esto, ahora piensa si es necesario que malgastes tiempo y esfuerzo en discutir con alguien así.
2. Analiza si el problema es personal: entender si el problema es personal o se repite con otros compañeros, nos puede ayudar a entender este comportamiento. Si la agresión es sólo hacia ti, tendrás que enfocarte en analizar qué sucede, cómo te afecta y cómo responder con inteligencia a las agresiones. Pero, si otros compañeros comparten su molestia, pueden tomar cartas en el asunto de manera grupal y hablar con la jefatura.
3. No te descontroles: es normal que te sientas agredido con un compañero de trabajo que mantiene un comportamiento grosero o hiriente, sin embargo, aunque es muy difícil, no permitas que esta persona te haga perder el control. Lo más probable es que eso es lo que haya estado buscando todo este tiempo, por lo mismo, demuéstrale que eres un mejor profesional que él. De seguro has logrado mejores resultados que él.
4. Actúa inmediatamente: mientras más tiempo permitas que una persona sea agresiva, mal educada o irrespetuosa contigo, más afectará a tu estado de ánimo. Si no pones un alto desde un principio, más te costará dominar la situación. Además, mientras más tiempo pase, más probabilidades que te descontroles y llegue un momento en que este conflicto estalle.
5. No lo transformes en un chisme: evita quejarte con los demás, porque la única persona que quedará mal eres tú. Lo ideal es afrontarlo directamente y no comentar lo sucedido con otras personas.
Cuando existen este tipo de conflictos, es necesario hablarlo inmediatamente con la jefatura directa, con total confidencialidad. Álvaro Vargas, representante de Trabajando.com Argentina señala que, “si el jefe no toma cartas en el asunto, esto puede ir más lejos, transformándose en conductas violentas, conocidas como Mobbing”.