En un panorama marketero caracterizado por la sobreabundancia de marcas, mensajes, campañas y contenidos de todo tipo y a través de todos los canales posibles, la lucha por la atención de los usuarios es más feroz que nunca.
Sin embargo, el problema de las marcas para captar, por unos segundos, a los consumidores no reside tanto en los nuevos hábitos de éstos, sino en la cada vez mayor homegeneidad de las campañas.
Una de las críticas más frecuentes entre el público es el hartazgo generalizado ante contenidos que se repiten, tendencias que una marca tras otra copian y la falta de originalidad. En conclusión, los usuarios se aburren.
Y no hay más que remitirse a la viralidad que consiguen algunas acciones, para darse cuenta de que solo lo diferente, lo que se sale de la norma, lo divertido es lo que de verdad triunfa.
El mejor ejemplo de ello es el propio Donald Trump que, independientemente de la opinión que suscite como político, no hay duda que es un gran marketero.
Pero lo es, precisamente, por la capacidad de sorprender cada vez que aparece en público, le basta con abrir la boca para generar oleadas de memes en la red y cientos de portadas en los medios.
Frente a la aburrida y rígida Hillary Clinton, Trump se alza como un showman cuya mejor arma para encandilar al público y llamar la atención es el entretenimiento y la verdad es que lo consigue.
Las marcas deben seguir el mismo camino, buscando marcar la diferencia. Y es que, resulta paradójico que, en un mundo con más comunicación que nunca, sigan haciéndose mensajes supuestamente dirigidos a un público muy específico pero que, aunque quizá sea oído, es escasamente escuchado.
Aun así, lo cierto es que marcar la diferencia entre tanta competencia es más fácil de decir que de hacer pero quien no arriesga no gana. Por ello, Zoe Harris, group marketing director de Trinity Mirror nos ofrece 6 consejos para que su marca deje de ser predecible:
1. Olvídese de jugar a ser el abogado del diablo. Es muy frecuente que en las agencias y equipos de marketing se impongan barreras de entrada a las nuevas ideas y se opte por aferrarse a lo seguro. Así puede que tenga cierto éxito pero, desde luego, no conseguirá marcar la diferencia.
2. Alargue los brainstormings. Dar con nuevas perspectivas requiere mucho tiempo y un buen número de malas ideas tiradas a la basura. El proceso de filtro debe extenderse pues es el origen del cambio y las ideas aparentemente irrealizables son las que pueden guiar el camino hacia el éxito.
3. Asegúrese de que si una agencia presume de ofrecer buenas ideas, cumpla su palabra.
4. Para que una idea logre emocionar al público, primero debe emocionarle a usted. Si no siente cosquilleos, nerviosismo o aceleración del pulso, tenga por seguro que tampoco lo sentirá su target.
5. Incite a la gente a que le asusten con ideas alocadas, diferentes, inimaginables que despierten toda la creatividad que vaya más allá de las tendencias establecidas.
6. Asuste a su equipo para ofrecerles diferentes perspectivas sobre el mundo y crear sinergias que hagan florecer ideas originales e interesantes.