En su documental “Una verdad incómoda”, Al Gore declaró: “Los avisos sobre el calentamiento global han sido claros por mucho tiempo. Estamos enfrentando una crisis climática que se profundiza. Ahora, estamos ingresando en un período de consecuencias”
Y, ¿qué tienen que decir las corporaciones multinacionales sobre el tema? ¿Son los ejecutivos conscientes de la crisis o siguen absolutamente concentrados en sus objetivos (y bonus) de corto plazo?
La consultora McKinsey realizó una encuesta entre más de dos mil altísimos ejecutivos de multinacionales para recoger opiniones “biz” sobre cambio climático. Veamos…
1) El cambio climático nos importa…
El 60 por ciento considera al cambio climático como un peligro concreto que debería ser tenido en cuenta en el proceso de planificación estratégica general. Siete de cada diez creen que se trata de un aspecto crucial en las estrategias de marketing y comunicación
2) …pero hacemos poco para impedirlo…
Más allá del reconocimiento de la importancia del tema, lo cierto es que todavía son pocos los que traducen las buenas intenciones en proyectos concretos.
Casi la mitad de los CEOs encuestados confesaron que el clima no es un asunto relevante en su agenda.
La mayoría reconoció que actualmente sólo considera inversiones medioambientales cuando está en juego la reputación de la compañía.
Incluso, la estructura de incentivos de la mayor parte de las organizaciones parece penalizar las iniciativas en la materia.
Pocas empresas implementan objetivos de performance que incluyen indicadores relacionados con las inversiones en medio ambiente. Así, los bonus de los ejecutivos no dependen de su esfuerzo en encontrar esta clase de soluciones.
3) …aunque tal vez lo hagamos en el futuro
Si bien las corporaciones todavía han hecho poco para combatir el cambio climático (con algunas honrosas excepciones, por supuesto), los ejecutivos parecen optimistas sobre las perspectivas futuras.
Las mayores expectativas se ubican en la alineación de incentivos. En efecto, el 61 por ciento de los encuestados declaró que el cambio climático, gestionado adecuadamente, hasta podría generar nuevas oportunidades de negocios.
Así, si bien la mayoría de las multinacionales todavía no incorporó al calentamiento global en su agenda, las perspectivas parecen alentadoras a medida que los ejecutivos vayan descubriendo que apostar por el clima también puede ser un buen negocio.
Sólo hay que esperar que la toma de conciencia llegue antes de que sea demasiado tarde.