El acuerdo de desvinculación es una pieza vital de la relación entre una empresa y sus empleados.
En efecto, cuando llega el momento de despedir a alguien, las condiciones de retiro y los beneficios que se pacten como compensación determinarán el nivel de satisfacción con el que la persona dejará la empresa.
Y aquí debemos considerar que estos acuerdos también tienen un alto impacto sobre los empleados que se quedan. El trato y la compensación que reciben los ex compañeros influyen en la motivación y compromiso de aquellos que permanecen en sus puestos.
Entonces, ¿qué beneficios otorgar a aquellos que se van?
Si bien cada desvinculación tiene sus propias características, no debemos obviar algunas reglas básicas como la antigüedad de la persona, el rol que desempeñó y las responsabilidades que tenía a cargo.
El siguiente cuadro, fruto de una encuesta mundial entre 1.200 líderes de negocios de 45 países elaborada por la consultora de servicios de transición DBM, presenta los beneficios más otorgados a la hora de la desvinculación.
Además, el 76% de las empresas consultadas otorga a los desvinculados programas de transición u outplacement para ayudarlos a reinsertarse con éxito en el mercado en el menor tiempo posible.
La situación en la Argentina
En la Argentina, el escenario es en muchos aspectos similar al resto del mundo, aunque presenta algunas particularidades.
En este mercado, la continuidad en la asistencia médica es un factor clave de la negociación. El 13% sigue recibiendo este beneficio durante 3 meses a partir de la desvinculación; a un 49% se le otorga durante 6, y a un 24% durante 12 meses.
Los demás beneficios se negocian en cada caso particular. Los más solicitados suelen ser el seguro de vida, conservar el automóvil de la empresa y la continuidad de la guardería (en caso de que el trabajador tenga hijos menores).
Panorama del outplacement en la Argentina
En la Argentina, son cada vez más las empresas que otorgan un servicio de transición a sus ejecutivos cesanteados. Y, al igual que en otros países, este programa no puede cambiarse por dinero a la hora de negociar.
Si bien fueron las multinacionales las que introdujeron esta práctica, cada día más compañías nacionales grandes y medianas y organizaciones multilatinas la aplican como política.
Según datos recopilados en CCN Consultores, los programas de empleados en transición crecieron un 25% en los últimos 10 meses en Argentina respecto del mismo período del 2008.
Más allá de las diferencias entre los tipos de beneficios, uno de los aspectos más destacados de la encuesta es el compromiso de empresas de todo el mundo con sus empleados.
Se observa una creciente preocupación por ayudar al trabajador que deja la compañía y buena predisposición a la hora de negociar los convenios de retiro.
En definitiva, un buen acuerdo es aquel que excede la retribución económica obligatoria e incluye una serie de compensaciones extra que disminuyen el impacto de la transición.
Todas las medidas que se adopten para que la desvinculación se produzca en buenos términos y para ayudar al ex empleado a reinsertarse en el mercado laboral, serán tan beneficiosas para la persona como para la organización.