La acupuntura es una rama de la Medicina Tradicional China que se ocupa de la prevención y tratamiento de enfermedades. Es una antigua práctica china, que consiste en la introducción de pequeñas agujas en lugares estratégicos del cuerpo y por medio de esta acción se estimula la capacidad natural del cuerpo para curarse. Con el aval del médico obstetra, esta técnica puede ser de utilidad durante el embarazo.
Los pensamientos, las emociones y los estados de ánimo afectan nuestra fisiología. La energía penetra en todo, es el requisito previo para la transformación, el sentido, la reproducción, el nacimiento, el crecimiento y la muerte. Toda la energía de la que disponemos se denomina energía vital. La energía vital es aquella funcional y precisa del aporte constante de gasolina o energía nutricional. Cuando el cuerpo está sano, la energía fluye de un determinado modo, así como el redireccionamiento de las energías a sus cauces correctos mediante la estimulación de los puntos de acupuntura y los meridianos constituyen un método simple y eficaz para restablecer el equilibrio. Si bien estas técnicas no tienen contraindicaciones y en general pueden combinarse con otros tratamientos médicos, la consulta con el obstetra sobre la recomendación o no de realizarla es considerada de relevancia pero la fuerza de las agujas es insuperable en manos confiadas y experimentadas.
Las personas experimentan la acupuntura de distintas maneras, pero la mayoría no experimentan dolor alguno; algunos sentirán su cuerpo reenergizado y otros lo vivirán como una relajación extrema. Para la Medicina Tradicional China, los efectos de la acupuntura en el cuerpo son simples: la acupuntura equilibra el organismo en su totalidad. Permite restablecer la fluidez de la energía estancada, revitaliza los órganos y alivia dolores logrando que el cuerpo recupere el equilibrio y restablezca por sí mismo su salud. Es por eso que, con el aval del médico tratante, es posible que una mujer embarazada se beneficie de esta técnica ya sea durante el embarazo, durante el parto e incluso en el puerperio.
Teniendo en cuenta que la Medicina Tradicional China considera que una mujer embarazada pasa por un fuerte desequilibrio energético para aportar energía y sangre y así permitir el adecuado desarrollo de un bebé en su cuerpo. Siempre teniendo en cuenta que existen algunos puntos donde no es recomendable aplicarla durante la gestación, la acupuntura puede ser la manera de restablecer el equilibrio, disminuir los malestares de los primeros meses –especialmente náuseas y vómitos- y también de los últimos –retención de líquidos o venas varicosas-, e incluso puede preparar mejor a la mujer para el parto.