Así lo advierte un relevamiento. La mayor parte de estos fracasos corresponde a empresarios jóvenes y especialmente al rubro servicios, comercio y turismo. La falta de financiamiento es el principal condicionante. En la CAME ven con “preocupación” el fenómeno
La imposibilidad de acceder a créditos blandos, junto a la falta de asesoramiento y capacitación genera que 7 de 10 nuevos emprendimientos cierren antes de cumplir su tercer año de vida, según un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
“De nuestros trabajos surge que el 70% de los emprendedores no logran consolidarse y termina desapareciendo o desmembrándose antes de cumplir su tercer año y vemos con preocupación ese fenómeno”, dijo el presidente de CAME Joven, Javier Montalbetti.
El dirigente sostuvo que la mayor parte de estos fracasos corresponde a empresarios jóvenes y especialmente al rubro servicios, comercio y turismo.
Montalbetti atribuyó a la falta de financiamiento el principal condicionante para la supervivencia de las nuevas pequeñas y medianas empresas: “Las tasas son altísimas, porque para obtener un crédito te cobran el 48% anual”, puntualizó.
De todos modos, indicó que muchas de esas frustraciones se deben al desconocimiento de herramientas que pueden ayudar a viabilizar los emprendimientos como es el caso de líneas de créditos específicas a tasas bajas, el asesoramiento legal o la capacitación en los distintos rubros.
“En CAME tenemos un programa que se llama Emprender para Pymes y también asesoramos con líneas de crédito específicas que están vigentes y que muchos no las conocen”, indicó.
Aunque suelen ser más dinámicas en los periodos de expansión económica, las micro empresas son también más propensas a fracasar en épocas de vacas flacas.
De todos modos, en ambas situaciones puede haber generación de emprendimientos: cuando hay crisis aparecen por necesidad frente a la falta de oferta de empleo, mientras que cuando la economía crece las nuevas actividades surgen por oportunidad.
“Las actuales circunstancias del país no son las mejores, pero siempre hay oportunidades para emprender. Vemos que muchos proyectos son viables pero tiene que tener una planificación más extensa, se necesita financiación y una idea sobre el marco jurídico legal de la actividad”, insistió Montalbetti.