Con la idea de fomentar el transporte sustentable, el gobierno nacional autorizó la importación de hasta 350 buses eléctricos por parte de fabricantes o importadores, con un cupo máximo de 60 colectivos por empresa y por un plazo de tres años.
Para poder importar sin el arancel (casi la mitad del precio actual), las compañías deben comprometerse a iniciar la producción en un plazo menor a dos años y por un volumen al menos equivalente al promedio de unidades importadas por año. Además, deben integrar como mínimo 10% de partes locales, porcentaje que subirá hasta el 25% a partir del tercer año de producción del vehículo en el país.
Esa era la noticia que estaban esperando algunas terminales de ómnibus en el país (Mercedes-Benz; Scania, por caso) y compañías que habían sondeado el mercado el año pasado, como la china BYD, que se hizo conocida en el mundo luego de que en 2008 Warren Buffett comprara el 10% de su división autos por US$ 260 millones.
BYD había coqueteado con los gobernadores de Salta -Juan Manuel Urtubey- y de Córdoba -Juan Schiaretti- con la posibilidad de radicar una planta que fabricaría 600 unidades hasta 2023. Para ese proyecto había anunciado que invertiría US$ 100 millones.
Ambos mandatarios les habían ofrecido todas las facilidades a su alcance para posibilitar su radicación, pero tras el anuncio de las facilidades para importar fuentes del gobierno provincial admitieron que la llegada de la inversión está lejos. “El tema está muy frío, está casi cerrado para que se instalen en provincia de Buenos Aires”, confió a este medio una alta fuente del gobierno schiarettista.
Un empresario del sector confirmó esa versión y especuló con un análisis político: “creo que vamos a ver varias inversiones desembarcando en provincia de Buenos Aires”, en referencia a la necesidad de Cambiemos de mejorar los índices de empleo de calidad en la jurisdicción gobernada por María Eugenia Vidal.
En países donde la institucionalidad y la racionalidad empresarial no funcionan, se sabe, un buen lobbista en el gobierno nacional vale más que las cartas que se puedan poner arriba de la mesa.
¿Qué ensamblará y producirá BYD?
El presidente honorario de la empresa, Sasson Attie explicaba en agosto a InfoNegocios que los buses que se fabricarán tienen 12 metros de largo y de suelo bajo, con 27 asientos, más 4 plegables, además del conductor.
Su motor eléctrico tiene una potencia máxima de 160 kW y una velocidad máxima de 100 km/h. Y la batería le otorga una autonomía de 250 km por recarga en condiciones urbanas, sin contar el extra que le proporcionan las células solares en el techo (tiene un consumo de 100 kWh cada 100 km) con una autonomía de 125 km.
Fuente: InfoNegocios