Amazon presentó un concepto con el que los compradores podrían recibir sus productos en la puerta del hogar en sólo 30 minutos gracias a que se emplearían vehículos voladores de control remoto para realizar esa tarea. En este momento, el proyecto está detenido debido a problemas de regulación, pero la empresa no piensa ceder.
El programa Amazon Prime Air, con el que sería tan simple adquirir un accesorio de computadora sin salir de casa como lo es ordenar una pizza, tiene la infraestructura para iniciar en ciertos territorios determinados por la compañía, pero en Estados Unidos, hacen falta meses – o años – de discusiones sobre cómo se debe regular este tipo de tecnología.
Ya que el uso del espacio aéreo, así como de la frecuencia bajo la que operan los drones, podrían obstaculizar a otras aeronaves, la FAA (Administración Federal de Aviación) necesita desarrollar las medidas ideales bajo las que este programa podrá llevarse a cabo.
Por su parte, Amazon, junto a otras empresas que impulsan el uso de drones formaron una coalición para requerir que los vehículos sean permitidos, sin embargo, el debate acerca de esto no será breve, pues se espera que haya resultados hasta 2015 o incluso después. Es probable que todo quede listo hacia 2018.
Además de entregas, el uso de drones de manera controlada podría permitir que se realicen otro tipo de proyectos, ya sea ofrecer conectividad inalámbrica de Internet en zonas que no cuentan con acceso a la red, vigilar zonas que así lo requieran o llevar ayuda médica a territorios inhóspitos.
En la petición hacia la FAA, uno de los miembros de Amazon expresó que algún día será tan normal ver drones en el aire como lo es actualmente observar camionetas del correo haciendo reparticiones.
Desde luego, todo esto necesita su tiempo para implementarse, además de un programa de educación para que los civiles utilicen y respeten este tipo de plataforma, en lo que Amazon y las empresas de la coalición se han puesto a trabajar.
Por ahora, la empresa sólo ha podido hacer pruebas dentro de sus oficinas en Seattle y en otros países donde no ha tenido tantos contratiempos.