El comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, destacó este jueves en Bruselas el incremento de la “capacidad de resistencia” de las economías latinoamericanas frente a los impactos externos, una mejora evidenciada durante la reciente crisis financiera mundial.
Pese a este elogio, Almunia recordó sin embargo que América Latina todavía es “muy vulnerable” a cambios de la coyuntura mundial, como pueden ser “una inesperada desaceleración en Asia o Estado Unidos o un reacomodamiento de los precios de las materias primas”.
En un seminario sobre América Latina organizado por la Unión Europea y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), Almunia instó por otra parte a los gobiernos de la región a mejorar sus sistemas impositivos y la calidad de sus finanzas públicas para reducir la desigualdad.
En el encuentro, centrado en el informe “Perspectivas económicas para 2008 en América Latina” de la OCDE, estuvieron presentes además el consejero del ministro de Estado y Finanzas de Portugal, µlvaro Aguiar, cuyo país ejerce la presidencia de la UE; y uno de los directores de Telefónica, Eduardo Navarro, entre otros.
El informe de la OCDE, lanzado recientemente, analiza las tendencias, desafíos y oportunidades del año próximo para la economía latinoamericana, con cuatro grandes temas: mejora de la política fiscal, profundización de la reforma de las pensiones, inversión y telecomunicaciones, y creciente comercio con China e India.
En ese marco, Almunia destacó los cambios registrados en la región en los últimos años, con fuerte crecimiento y estabilidad macroeconómica, en particular “buen balance de las cuentas corrientes, acumulación de reservas en divisas extranjeras y fiscales y cuentas fiscales mejoradas”.
Pero, sobre todo, el comisario europeo puso de relieve la mayor “capacidad de “resistencia” de América Latina frente a las impactos externos, demostrada durante la reciente crisis financiera mundial y que tienen en cuenta las compañías extranjeras instaladas en la región.
“El reciente episodio de turbulencia de los mercados financieros muestra que la capacidad de resistencia a los impactos externos de muchas economías latinoamericanas, y de las economías emergentes en general, ha mejorado”, dijo Almunia.
“Esta parece ser también la opinión de muchas compañías extranjeras que operan en la región, y que generalmente brindan proyecciones muy positivas del crecimiento futuro de los mercados latinoamericanos”, agregó. Sin embargo, y como quedó dicho, Almunia advirtió sobre la vulnerabilidad de de América Latina a cambios bruscos de la coyuntura mundial.
“Países con bases macroeconómicas y condiciones estructurales menos sólidas también están en una posición de más riesgo si la condiciones financieras internacionales empeoran en forma significativa”, señaló.En su discurso, Almunia reiteró por otra parte que uno de los grandes desafíos de la región continúa siendo la pobreza y la desigualdad, que a su entender se “explica ampliamente por la insuficiente acción de redistribución del Estado”.
“Los sistemas impositivos y de transferencias públicas, junto con la calidad de las finanzas públicas, son determinantes en la reducción de la desigualdad en Europa comparado con América Latina”, explicó.Por ello, defendió la necesidad de “implementar sistemas impositivos más progresivos, reduciendo las exenciones impositivas y delimitando mejor el gasto social en los pobres”.