Los anticonceptivos orales producen una mayor dilatación de las venas de las piernas, aumentan la insuficiencia venosa y causan una mayor producción de telangectasias (derrames, arañitas). Estas pueden tratarse con flebología restaurativa, un método mínimamente invasivo y reparador de las paredes venosas. Quien desarrolló este tratamiento en Argentina, el Dr. Miguel Angel Gramajo Booth, explica más sobre este tema que afecta a tantas mujeres.
“Hay dos tipos de variables genéticas, que influyen en la aparición de problemas venosos con causa hormonal- refiere el especialista -, una la herencia de várices en sí y otra la sensibilidad de los receptores hormonales de los tejidos venosos a los estrógenos. Una mujer puede no tener antecedentes familiares de várices, pero descubrir que al tomar anticonceptivos se le producen telangectasias o aumenta la cantidad que tenía de derrames, debido a esta sensibilidad, que es genética, no hereditaria.”
“Los anticonceptivos orales causan mayor producción de telangectasias porque los estrógenos producen un estado de hipercoagulabilidad, que favorece una mayor incidencia de enfermedad tromboembólica, aumentan la formación de coágulos con una incidencia 4 veces superior (1/10,000 usuarias/año) a las no usuarias, sobre todo en pacientes fumadoras con antecedentes de enfermedad vascular previa. El efecto adverso a nivel venoso más grave que podrían producir los anticonceptivos orales es la formación de coágulos en las piernas, que migren a los pulmones, causando una embolia pulmonar.”
Aparte, los anticonceptivos producen un aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular en las mujeres fumadoras, las sedentarias, con sobrepeso o mayores de 35 años. Empeoran sus efectos secundarios con la diabetes y la hipertensión arterial, excepto si la mujer solo las padeció durante el embarazo. “El tiempo en que se pueden manifestar las arañitas y otros efectos adversos depende de la formulación y la dosis de hormonas que contenga el anticonceptivo, así como de los antecedentes y predisposición genética de la mujer que los toma”, enfatiza el Dr. Gramajo Booth.