Apple acaba de cambiar su estrategia de marketing y ha pivotado del mundo tradicional en el que se movía hacia el universo digital
Que una empresa cambie su estrategia de marketing no suele ser una noticia especialmente relevante, más allá de que se mencione en algún breve en algún medio hiperespecializado del sector. Que Apple cambie su estrategia de marketing es, sin embargo, una cuestión que implica muchas más cosas y que tiene un impacto que va un poco más allá de simplemente lo que Apple hace en marketing y el cómo se intenta posicionar ante los consumidores.
Apple acaba de cambiar su estrategia de marketing y ha pivotado del mundo tradicional en el que se movía (apostando sobre todo por campañas de televisión) hacia el universo digital (en el que hasta ahora la compañía se había mostrado bastante reticente) y este cambio tendrá un impacto no solo en lo que Apple hace sino también en cómo lo ven los demás. Apple es, al fin y al cabo, una de esas firmas que otras compañías observan con detenimiento para comprender cuál es el mejor camino a seguir.
La compañía ha cambiado las pautas de su relación con su agencia, TBWAMedia Arts Lab, para modificar lo que hacen. A partir de ahora, lanzarán campañas locales (apostando por lo regional en lugar de por las grandes campañas globales que hasta ahora usaba) y se centrará en el terreno de lo digital. Esto implicará usar mucho más (e invertir mucho más) en el terreno de lo digital, lo social, los análisis de datos o la creación de contenidos. Y esto implicará, de forma lateral, el fin de las grandes campañas de televisión con las que se intentaba ser el anuncio del que todo el mundo habla.
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De hecho, aunque los cambios son recientes, ya se pueden ver ejemplos de este nuevo formato y de esta nueva estrategia. Por ejemplo, Apple ya ha lanzado una campaña exclusiva para Brasil (y hecha en Brasil) unida al Carnaval y también ha empezado a generar mucha más actividad en YouTube (donde está subiendo anuncios de 15 segundos que, como apuntan en AdWeek, parecen más pensados para redes sociales que para la tele).
La cuestión es especialmente interesante porque supone desdecirse de lo que ha estado haciendo hasta ahora. Hasta ahora, por ejemplo, Apple había apostado por una estrategia en redes sociales que implicaba la no presencia. La firma estaba, desde el punto de vista general y corporativo (no de algunos de sus servicios), ausente de las grandes redes sociales, dejando que sus consumidores hablasen de ellos pero no hablando ellos de sus productos.
Apple cuenta con perfiles en las grandes redes sociales, pero perfiles en los que no publica absolutamente nada. O, siendo más exactos, en los que no publica nada de forma pública: la compañía usa esos perfiles para hacer dark posts que usa como anuncios. Solo los consumidores que ha segmentado dentro de la masa de usuarios de las redes sociales pueden verlos.
Por qué este cambio
¿Por qué ha realizado Apple este cambio y por qué ha migrado de lo que empleaba de forma recurrente a lo que está haciendo ahora? Se puede señalar, como apuntan en los análisis de los medios estadounidenses, que Apple no está haciendo, a grandes rasgos, nada que no estén haciendo otras marcas y compañías. Muchas son las empresas que están ‘repensando’ su estrategia de marketing y, sobre todo, su relación con las agencias.
Pero lo cierto es que si se miran las cosas de un modo mucho más amplio puede verse una complejidad mayor, ya que, aunque Apple sigue siendo la marca más valiosa del mundo o una de ellas en los recurrentes listados sobre el tema, también es verdad que los analistas han empezado a lanzar alertas ante la posición de Apple en el mercado. De hecho, hay quienes empiezan a preguntarse ya si Apple no habrá empezado a convertirse en una marca aburrida.
Los analistas recuerdan que sus productos ya no son sorprendentemente novedosos y que la firma está presentando, al final, una y otra vez el mismo producto con modificaciones y que hasta sus presentaciones han perdido la garra que tenían en el pasado. A eso se suma que sus resultados han presentado por primera vez números que no eran tan buenos como los esperados y que el iPhone ha dejado de ser el objeto de deseo que era en el pasado. Incluso en China, donde el iPhone había logrado convertirse en el teléfono que hay que tener si se quiere mandar al mundo el mensaje de que uno es exitoso, el terminal ha perdido pie.
Y en este contexto (en el que parece claro que más vale prevenir que curar) cambiar de estrategia se puede ver con otros ojos y de otra manera, una suerte de movimiento que la firma no tiene más remedio que hacer si no quiere verse arrastrada por problemas mayores en el futuro.
Fuente: Puro Marketing