La guerra de patentes entre ambas empresas, que se inició en 2011 y se ha extendido por los principales mercados móviles del mundo, ha acarreado desembolsos millonarios para las dos partes.
Apple y Samsung han llegado a un acuerdo para abandonar todos los litigios en materia de patentes que mantienen fuera de EE.UU.
El anuncio se ha hecho de forma conjunta, tal y como recoge The Financial Times.
“Ambas partes se dan cuenta de que van a sacar muy poco de esta guerra judicial”, ha manifestado el analista de Macquarie, Daniel Kim. “La batalla legal la inició Steve Jobs con el objetivo de bloquear la venta de los teléfonos Samsung Galaxy. Ahora es obvio que esto es casi imposible”.
Ninguna de las compañías ha conseguido bloquear los últimos smartphones a la venta de su rival.
El acuerdo cubre los casos en Japón, Alemania, Corea del Sur, Países Bajos, Australia, Reino Unido, Francia e Italia, pero no se extiende a EE.UU, donde la última sentencia ha ordenado a Samsung pagar a Apple más de 1.000 millones de dólares en daños y perjuicios.
Muchos de estos casos se trataba de patentes de estándares esenciales que rigen las tecnologías fundamentales para el funcionamiento de un teléfono móvil, más que del diseño exclusivo de software, hardware o características distintivas.
Apple disparó el primer tiro en la guerra mundial de patentes cuando demandó en EE.UU a Samsung por copiar el iPhone en 2011. Poco después, Samsung inició un litigio contra Apple en varios países.
A lo largo de sus enfrentamientos judiciales, Samsung ha seguido siendo uno de los proveedores más importantes de Apple, a pesar de los intentos de los de Cupertino por diversificar el abastecimiento de los componentes clave del iPhone, tales como los microprocesadores.
Los términos del pacto que han alcanzado ahora las compañías no se han revelado, aunque sí se sabe que no hay ningún tipo de acuerdo de licencias.