La decisión la tomó la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. La empresa es propiedad de 14 bancos y fue foco de una investigació
La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) aprobó ayer la propuesta de desinversión de Prisma, la empresa propiedad de 14 bancos que fue foco de una investigación por posible abuso de posición dominante desde agosto del año pasado.
Las entidades accionistas de Prisma son Galicia, Santander, Macro, Francés, Citi, Itau, HSBC, ICBC, Comafi, Santa Fe, Patagonia, Nación, Provincia y Patagonia.
La empresa, que según confiaron fuentes de bancos estaría valuada en torno de los u$s1.000 millones, había presentado el plan de desinversión a comienzos de año.
Prisma se comprometió a vender el 100% del paquete accionario, a discontinuar su servicio de transferencias inmediatas y a que el comprador de la firma no pueda ser un grupo de bancos locales, para evitar que no compitan entre ellos.
El proceso de más de un año de investigación contra la empresa líder de los mercados de tarjetas de crédito y pagos electrónicos terminará así sin sanciones dado que se llegó a un acuerdo entre las partes.
Lo que ofreció Prisma fue la venta del 100% del paquete accionario, aunque no necesariamente de una sola vez. El acuerdo establece un plazo máximo para la venta, pero ese dato quedó como confidencial a pedido de los dueños de la empresa para no forzar las negociaciones de venta. La empresa participa en los mercados de adquirencia y precesamiento de tarjetas de crédito y de terminales de pagos.
“Es la primera vez que a partir de una recomendación de la CNDC se genera una desinversión en la Argentina”, se ufanó el ministro de Producción, Francisco Cabrera.
“Lo de Prisma apunta a resolver la situación estructural: favorece ya a los comercios con la reducción de aranceles y la adquirencia, y hay temas de financiamiento”, subrayó el ministro.
“Porque los comercios, al tener la opción de quedarse con los cupones y vender ellos, ahora pueden financiarse por ejemplo con el Banco Provincia, que ofrece una tasa del 26% anual versus el 44% de Visa. Y ahora vamos a incentivar al Nación a que compita también con una línea que probablemente esté en octubre y que tendrá una tasa del orden del 19%”, anticipó.
El menor costo financiero para los comerciantes, debería desembocar, según el funcionario a un retorno de oferta a mayores plazos para los consumidores.
Un compromiso incluido en el acuerdo entre la empresa y la CNDC es que hasta que no haya otras empresas que utilicen la marca Visa, Prisma no podrá operar otras marcas de tarjetas de crédito.
El acuerdo tampoco permite que más de un banco que opera en el país sea accionista de la empresa. Hoy Prisma es propiedad de Visa Internacional de 14 bancos que operan en la Argentina.
“Al ser socios en Prisma los bancos tenían pocos incentivos a la competencia entre ellos, la idea es que ahora compitan en el financiamiento al consumo y también a los comercios”, dijo Manuel Greco, titular de la CNDC.
Greco agregó que deberá contratar a una auditora independiente para que vaya monitoreando el proceso de desinversión y el cumplimiento del acuerdo.
Además, anticipó que el Ejecutivo busca acelerar en el Congreso el tratamiento del proyecto de una nueva ley de defensa de la competencia, con multas y penalidades mayores para las compañías que incumplan los acuerdos.
También hay una cláusula de trato no discriminatorio a terceros que usen sus servicios y otra que establece la designación de un auditor independiente aprobado por la CNDC que vele porque el proceso de desinversión se cumpla.
Por último, la empresa discontinuará su servicio de transferencias inmediatas con el objetivo de que un actor independiente, probablemente Coelsa, sostenga esos movimientos para que distintos actores puedan utilizarlo en igualdad de condiciones.
Prisma está en la mira del Ministerio de Producción y la CNDC desde los primeros meses de año pasado, cuando la comisión inició una investigación del mercado. En agosto de 2016 presentó un informe en el que determinó que Prisma gozaba de una posición dominante en el mercado. En base a eso, el informe hacía una serie de recomendaciones a los reguladores y anunció el inicio de una investigación que buscaba probar el abuso de esa posición dominante.
Desde ese informe, el Banco Central reguló la tasa de intercambio y se promovió la creación de medios de pago alternativos (billetera electrónica, POS móviles, pago online con débito).
La intención oficial es que con nuevos accionistas Prisma y otros jugadores como First Data emitan distintas marcas de tarjeta y que los bancos compitan por las tasas que cobran por financiar consumo.
Las multas por violar la ley de defensa de la competencia ascienden a solo $150 millones. Prisma con Visa y mediante los 14 bancos que la componen emiten 80% de las operaciones con las tarjetas de crédito que existen en el mercado
Fuente: iProfesional