La crisis económica se profundiza. El nuevo salto del dólar a $60 y la tasa de interés a 80% golpeó de lleno en la industria nacional, cuyas PyMEs siguen quebrando y las grandes empresas intentan evitar el peor desenlace.
El impacto de la devaluación de las últimas semanas está pegando de lleno en las fuentes laborales. PyMEs que estaban ahorcadas por la presión fiscal, la caída del consumo y la restricción para acceder al crédito por altas tasas interés, decidieron cerrar.
El pasado miércoles 28/08, el Ministerio de Producción y Trabajo informó que en junio el empleo registrado interanual cayó otro 1,4%, lo que equivale a la pérdida de 172.200 puestos, y la situación desde entonces se aceleró por lo que se espera una nueva ola de despidos.
Por caso, la empresa textil Coteminas está a punto de cerrar una de sus unidades de su complejo dejar de Santiago del Estero y dejará sin trabajo a 200 empleados. Se trata de la línea de toallas.
El secretario adjunto de la Asociación Obrera Textil (AOT), José Listo, informó a la agencia NA que la empresa “cerrará a fin de mes creando un grave problema social en la localidad de La Banda”, donde tiene su sede.
“Con estos despidos le puso punto final a la producción de sábanas, afectada por el bajo consumo y las importaciones”, lamentó el gremialista.
En tanto, la fabricante de galletitas Tía Maruca solicitó al Ministerio de Producción y Trabajo la apertura de su concurso preventivo de crisis. Según el diario especializado, lo hizo en los tribunales de San Juan, donde tiene su sede y planta principal, con el objetivo de poder iniciar una etapa de reestructuración de su deuda de casi $300 millones.
El portal iProfesional detalló que a julio pasado, y según los registros del Banco Central, la compañía presentaba un oscuro panorama con una deuda bancaria de $133,7 millones, de los cuales el 12% (poco más de $15,6 millones) está en situación 3 “con problemas/riesgo moderado”, y otro “4% ($5 millones) en situación 5 con alto riesgo de insolvencia/ riesgo alto”.
Por si eso fuera poco, sumaba 500 cheques rechazados por un total de $127,8 millones.
Arcor
Luego de cerrar una planta de procesamiento de tomates y de readecuar cinco líneas de producción de su planta de chocolates de San Luis, la empresa cordobesa tuvo que volver a frenar la producción de una fábrica de su complejo de Arroyito. Fuentes de la compañía le confirmaron a BAE Negocios que debido a la baja demanda del jarabe de maíz de alta fructosa, que se destina a diferentes tipos de bebidas, y al stock acumulado se vieron obligados a suspender por una semana la producción de una de sus plantas de molienda húmeda.
La suspensión, que comenzó el pasado domingo 25 y se extenderá hasta mañana, involucra a las 108 personas que trabajan en el lugar. De ese total, la empresa le adelantó las vacaciones a 66 trabajadores y los restantes se quedaron en el complejo cumpliendo tareas de mantenimiento.
Fuente: Urgente24
