La presidente Cristina Kirchner parece haber cambiado de estrategia. No piensa bajar el gasto seriamente, pero sabe que no se puede seguir financiando imprimiendo pesos. ¿Solución? Pedir prestado. ¿Es buena idea? Es razonable. ¿Le será fácil? Ni fácil ni rápido.
La economía argentina es como el Titanic dirigiéndose al témpano. Su capitán ha dado la orden de cambiar el rumbo. Pero, ¿hay tiempo suficiente para esquivar ese témpano o es tarde?
Creo que desde el gobierno están siendo muy optimistas. Llegar a un acuerdo con Repsol es un primer paso. Pero aún no está cerrado ese capítulo. Voy a intentar armar una tabla de tiempos estimados para cada etapa que necesita cerrarse hasta poder llegar a que nos presten nuevamente.
Etapa 1. Compensar a Repsol por la estatización de YPF. Kicillof indicó que hay mucha “letra chica”. Lo que esto quiere decir es que como Argentina no tiene credibilidad, Repso! l quiere tomar todos los recaudos para cobrar. Y no alcanza con una si m ple promesa por parte del gobierno argentino. El gobierno argentino “pierde plata” y no genera excedentes como para poder pagar bonos nuevos. No le va a ser fácil conseguir nueva deuda (aún llegando a un entendimiento con todos aquellos con quienes se peleó).
Este bono va a exigir algún activo como garantía. ¿Cuál? Reservas petroleras o de gas es probablemente la respuesta. Hay que preparar la emisión de un bono respaldado con estas extracciones que serán futuras (aún no se sabe a ciencia cierta quién intentará explotar Vaca Muerta y mucho menos existe un plan de inversiones).
Esto llevará al menos 4 meses.
Etapa 2. Arreglo con Holdouts y Club de París. ¿Puede darse en paralelo con la Etapa 1? Quizá. Pero con un gobierno argentino más débil en la negociación, los Holdouts pelearán hasta el final. Esto podría llevar unos 6 meses desde ahora.
Un camino alternativo es conseguir financiamiento del FMI para saldar otras deudas. ¿Qué quie! re decir eso? Tener nuevamente un veedor internacional que no va a permitir un INDEC politizado y que va a exigir reformas antipopulares (flexibilización laboral, reducción del estado. sólo para nombrar dos temas).
Siendo optimistas, estamos a entre 6 y 12 meses de distancia de que Argentina pueda acceder nuevamente al mercado de crédito internacional. Recién ahí, podría el gobierno levantar el cepo al dolar.
Esto significa que por más que hayan dado indicios de cambio de idea, deberán continuar con la emisión de pesos y seguirán perdiendo reservas. Eso empujará al dólar hacia arriba. Sin embargo, hay una gran diferencia: entra en juego el factor expectativas.
El sólo hecho de saber que puede haber en el futuro una reversión en la pérdida de reservas podría fortalecer al peso.
Conclusión. Tenemos ahora un cambio de expectativas. Ese factor impondrá un freno al dólar. En lo inmediato, seguirá la pérdida de reservas y seguirá la impresión d! e pesos. Lo que el gobierno no tiene es mucho tiempo. Cuanto más tiemp o le lleve conseguir financiamiento externo, más vulnerable se volverá.
En el próximo mes deberíamos poder ver cuánta velocidad quieren imprimirle al nuevo objetivo de financiamiento externo y cuánta velocidad puedan efectivamente conseguir, ya que hay conflictos que destrabar cuyos tiempos están fuera del alcance del gobierno.