El freno que en la actualidad sufre la producción genera suspensiones, despidos y escasa generación de nuevos empleos
La tasa de empleo está estancada desde hace tres años en un contexto de baja de la actividad económica y mayor informalidad laboral, lo cual implica una caída de ingresos para muchos hogares.
El freno que sufre la producción genera suspensiones, despidos y escasa generación de nuevos empleos, por lo que muchas personas asumen como remotas las posibilidades de conseguir un empleo, y por ese motivo deciden dejar de buscarlo.
El caso más frecuente se da entre los potenciales segundos generadores de ingresos de los hogares cónyuges e hijos que viven con los padres que optan por declararse inactivos como ama de casa, estudiante o sin trabajar ni estudiar.
Una segunda consecuencia, que todavía no se puede medir con los datos que publicó recientemente el INDEC, es que mucha gente que pierde un empleo formal apela rápidamente a una ocupación alternativa en la informalidad.
Eso también contribuye a que el “desempleo abierto” no aumente con notoriedad, aunque esto no implica que no haya deterioro en un mercado de trabajo con salarios que sufren la erosión generada por la inflación, analizó el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).
“Este proceso tiene asociado costos sociales y se explica, en parte, por la desaceleración económica, pero fundamentalmente por el aumento de los costos laborales por encima de lo que las empresas pueden incrementar su productividad”, según IDESA.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) reportó la semana pasada una suba de la desocupación y una fuerte caída de la tasa de empleo: el desempleo en el segundo trimestre del año llegó a 7,5%, 0,3 puntos más que en 2013.
Para Idesa, la información oficial del INDEC alerta sobre un creciente deterioro de los indicadores laborales lo que no se exterioriza en un aumento de la tasa de desempleo abierto sino en una creciente proporción de personas en edad activa que deciden retirarse del mercado de trabajo.
“El fenómeno se explica por la falta de oportunidades laborales debido a la escasa creación de empleos de calidad. Por eso, más importante que el conflicto con los fondos buitre es rectificar las políticas públicas que sofocan la productividad y la generación de empleos de calidad”, dijo IDESA en declaraciones reproducidas por NA.
Los últimos datos oficiales señalan que la economía continúa estancada: el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) indica que en junio la producción no creció y que la variación en el 2° trimestre fue negativa (-0,3%).
También se redujeron las exportaciones (-10%) y las importaciones (-8%), mientras el consumo privado sufre las consecuencias de que los salarios, las jubilaciones y demás prestaciones sociales crecen por debajo de la inflación.
En 2011, la tasa de desempleo abierto fue del 7,2 por ciento y la tasa de actividad laboral (gente que trabaja o busca trabajo) del 46,3 por ciento.
En el primer semestre de 2014, la tasa de desempleo abierto creció levemente a 7,3 por ciento mientras que la tasa de actividad laboral cayó al 45,6 por ciento.
Si en 2014 la tasa de actividad no hubiera caído y fuera la misma que en el año 2011 la tasa de desempleo habría sido de 8,7 por ciento, o sea 1,4 puntos superior, analizó el informe.