Un visitante almorzaba en el comedor corporativo de Google. Una vez que terminó, se acercó a la persona que limpiaba los pisos en el salón y grande fue su sorpresa al descubrir que se trataba de un ingeniero en sistemas.
Al ser interrogado sobre las razones que los llevaron a aceptar el empleo, el ingeniero respondió: “En Google todos pueden participar en los comités de trabajos, de acuerdo al tema que le interese, sin importar el lugar que se ocupe en la organización. Ser trapeador me permite participar activamente en una de las empresas más importantes del mundo y demostrar mi talento”.
El diccionario de la Real Academia Española, define al talento como inteligencia (capacidad de entender) o aptitud (capacidad para el desempeño de una ocupación)., por lo que se podría entender el talento como el proceso inteligente para la ejecución de una tarea.
Entonces, las organizaciones deberían fomentar el pensamiento creativo y la inteligencia innovadora en su seno innovando en procesos que privilegien el desempeño de personas que apliquen su inteligencia creativa para el desempeño de las tareas.
Las empresas deben fomentar estas cualidades en sus empleados, trabajando en su identificación y puesta en acción desde decisiones que faciliten los mejores logros
Al entender la creatividad como la capacidad de generar respuestas originales a cualquier problema, es necesario generar técnicas organizacionales que la fomenten, promoviendo escenarios que estimulen los procesos mentales que dan lugar a la imaginación.
Para ello se puede valer de técnicas que ayuden a exteriorizar y aprehender la variable creativa. Algunos de los ejemplos más usuales son: el brainstorming o tormenta de ideas, la clasificación de ideas, los mapas conceptuales, los diagramas de flujos, los mapas mentales o mind mappings o la ponderación de ideas entre otros.
La inteligencia creativa en las empresas, requiere, necesariamente, de un fuerte replanteo en los paradigmas que guían el actuar organizacional. Se debe trabajar con una sensible planificación organizacional que privilegie el desarrollo de actitudes innovadoras en los recursos humanos.
El empleado creativo y talentoso debe desarrollar exitosamente su tarea, pero también debe ser promovido y alentado por la organización.
La fuerte irrupción de las TIC y la tecnología, han derribado muchas barreras de entrada, permitiendo así una mayor horizontalidad en el acceso a las tecnologías de la producción. Ante esta realidad el nuevo factor diferenciador fue el conocimiento, pero este también se esta comenzando un proceso de comoditización.
La diferencia en las empresas modernas esta marcada por el talento, las competencias y el pensamiento creativo. Nuevos elementos que hacen necesario pensar un nuevo modelo organizacional, donde las relaciones dialogales fluyen inversamente (de abajo hacia arriba) y los directivos deben comenzar a repensar sus formas de gestión organizacional.
Por Patricia Imoberdorf, responsable de la sucursal Santa Fe de Consultores de Empresas SRL y miembro del Departamento de Investigación y Desarrollo de los Recursos Humanos
