Aston Martin lleva mucho tiempo con problemas económicos. Hasta la fecha ha llegado a estar en la bancarrota en siete ocasiones, con el riesgo de desaparición que ello implica. Las siete vidas ya se han consumido, pero parece ser que con Andy Palmer al frente de la compañía, ha llegado un soplo de aire fresco que pretende hacer las cosas de una forma diferente, optimizando recursos y tratando de alcanzar los ansiados beneficios.
Para lograr el objetivo de volver a los números negros, la clave está en gastar más dinero en el desarrollo de nuevos modelos que permitan ampliar la cartera de clientes de Aston Martin. Así, los británicos planean lanzar dos nuevas plataformas sobre las que se basará, como modelo estrella, el primer crossover de la marca, un modelo que trataría de competir contra el Bentley Bentayga o el SUV de Rolls-Royce que ya está en desarrollo.
Este crossover podría llegar en 2019 con una fuerte inspiración del Aston Martin DBX concept presentado en el pasado Salón de Ginebra. Pero este modelo no estaría solo, ya que vendría acompañado de una nueva berlina y de un misterioso tercer modelo del que poco se conoce aún. Todos ellos se basarán en una de las nuevas plataformas, mientras que la segunda quedará destinada a los modelos más deportivos que reemplazarán a los tres modelos actuales, viendo los primeros resultados en 2016.
Los nuevos modelos permitirán a la marca explorar nuevos mercados y aumentar su producción. Aston Martin batió récords en 2007 con 7.300 unidades vendidas, pero el pasado 2014 cerró con escasas 4.000 ventas. Durante los últimos años la marca acumula pérdidas millonarias que comprometen su situación.
Una mayor gama de modelos les permitirá no cometer los errores del pasado, cuando con unas expectativas de ventas que no se cumplieron con el DB9 y los Vantage surgieron los problemas para financiar el desarrollo de nuevos modelos. En la creación de los Aston Martin del mañana será de gran ayuda la colaboración con Daimler en materia de motores y electrónica, al mismo tiempo que la propia marca desarrollará sus nuevos motores V12.
La capacidad productiva de Aston Martin en su única fábrica de Gaydon es de 15.000 unidades anuales. Según Andy Palmer, no se fabricarían más de 7.000 unidades de los modelos deportivos, dejando el resto de la capacidad para los nuevos tres modelos de mayor volumen para la marca.