¿Qué significa para usted “la buena vida”? Estamos ante una de las preguntas con mayor número de respuestas posibles. Casi una por cada individuo puesto que cada uno de nosotros vivimos y percibimos la vida de distinta forma.
De acuerdo a un reciente estudio elaborado por Sustainable Brands la mayoría de nosotros preferimos la sencillez y la salud. Queremos que exista un mayor equilibrio entre nuestra vida profesional y personal. Además, tenemos claro que el dinero no da la felicidad.
Motivo por el que estamos dispuestos a renunciar al dinero si eso significa conseguir un trabajo que nos reporte mayor satisfacción.
Según los resultados del estudio vemos que un 36% de los encuestados (sobre una base de 2.000 estadounidenses) prioriza la “simplicidad equilibrada”, el 28% busca una “conexión significativa” con la comunidad y el 26% cree que lo que les reporta la felicidad es el dinero.
Llama la atención que sólo el 10% de los participantes en el estudio encuentra la felicidad en sus logros personales o nivel educativo.
Estos resultados indican una clara oportunidad para las compañías y sus marcas. Conocer los deseos de sus consumidores es fundamental para poder hacer que nuestros mensajes sean certeros y eficaces.
“Los consumidores aún no tienen muy claro qué es lo que les molesta en su relación actual con las marcas. Pero si anhelan una vida más tranquila, conectada con su entorno y con experiencias relevantes. Las marcas tienen que aprovechar esto para aumentar las ventas y generar una mayor lealtad”, explica KoAnn Vikoren Skrzyniarz, CEO y fundador de Sustainable Brands.
Este estudio también ha puesto el foco en analizar cómo los consumidores perciben las distintas industrias. De esta forma vemos que el sector de la Alimentación es uno de los que cuenta con una imagen más positiva.
Los consumidores consideramos que las marcas de alimentos nos ayudan a vivir de forma saludable planteando una relación aceptable de calidad-precio.
En la otra cara de la moneda nos encontramos con el sector Financiero y el de la Automoción. Estos son percibidos como menos receptivos a ayudarnos a lograr nuestros propósitos de vida.
“Hay una falta de consistencia entre el compromiso, la comunicación y la educación de las marcas. Están cambiando en cierto modo su propuesta de valor de cara a los productos, pero siguen olvidándose de comunicar sus valores de una forma que realmente genere confianza”, concluye.
Fuente: Marketing Directo
