La era digital ha provocado la dinamización de las comunicaciones, de la información y de la economía. El ejemplo más claro y reciente de esta revolución en la economía es la invención del Bitcoin, el primer medio digital de intercambio. Hasta su aparición, a mediados de 2009, era obligatorio que todos los pagos en el comercio electrónico se canalizaran a través de entidades centralizadas, generalmente bancos y empresas financieras que gestionaban el seguimiento de todas las transacciones.
En la actualidad, la dinámica es distinta: “Hoy en día, las transacciones en Bitcoin se realizan de forma directa, sin la necesidad de un intermediario. Al contrario de la mayoría de las monedas, Bitcoin no está respaldada por ningún gobierno ni depende de la confianza en ningún emisor central, sino que utiliza un sistema de prueba de trabajo para impedir el doble gasto y así alcanzar el consenso entre todos los nodos que integran la red”, señala Nicolás Jodal, CEO de GeneXus Internacional.
Asimismo, explica Jodal, los Bitcoins no sólo son una moneda virtual, significan un nuevo medio, como no había existido antes; es un nuevo sistema de registro de activos, y un nuevo modelo de pago que dinamiza la operatividad de cualquier tipo de comercio y, en consecuencia, de la economía en un sector determinado.
Frente a esta tendencia, muchos países de América Latina están implementando sistemas de dinero electrónico, con los que pretenden dinamizar y extender los beneficios de los sistemas financieros a personas naturales y corporaciones a través de esta moneda digital. Si bien este no es el caso de la Argentina, ya que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha expresado en sus comunicados oficiales que considera que las monedas virtuales “no tienen curso legal ni poseen respaldo alguno”, de todas formas la utilización de las mismas en el país es cada vez más común. De hecho, Jon Matonis, director ejecutivo de la Fundación Bitcoin, comentó que Argentina, donde hay más de 8.000 usuarios de bitcoin, “ha sido uno de los países en donde más utilidad se le ha encontrado a esta herramienta debido a sus problemas monetarios”. Los bitocoins en el país se obtienen de diversas maneras, una de ellas es a través de “casa de cambio” digitales, donde uno puede comprar o vender Bitcoin, el precio lo ponen los usuarios con sus órdenes de compra y venta: Por ejemplo en Argentina se encuentran Unisend y Bitex.la.
Sin embargo, ya sea por desconocimiento de los beneficios o por temor a lo nuevo, no todas las empresas alrededor del mundo aceptan el bitcoin como método de pago. Aunque en los hechos las corporaciones que han usado este método han tenido buenos resultados, de manera aproximada se estiman unas 70.000 transacciones con Bitcoins por día en todo el mundo, que equivalen a unos US$ 50 millones. “Los sectores, empresarial y financiero, no están totalmente convencidos del adecuado funcionamiento de los Bitcoins como sistema de pago, básicamente por un tema de desconfianza que nace a partir de la falta de conocimiento de los beneficios de esta moneda. Se necesita de una gran difusión de la misma para contribuir a su popularización, es decir, que se vuelva algo ordinario en el día a día hasta el punto de utilizarse en cualquier establecimiento independientemente de su tamaño: panadería, frutería, carnicería, etc”, afirma el CEO de GeneXus Internacional.
Entonces, ¿Por qué optar por los Bitcoins? ¿Cuál es su funcionamiento?: “Es un sistema que no tiene fraude, gracias a un sofisticado sistema criptográfico es imposible falsificar o duplicar Bitcoins, ya que estos contienen la dirección pública de su dueño. Para comprar Bitcoins, la primera vez es necesario un programa que se descarga y genera un la dirección. Cuando un usuario A transfiere algo a un usuario B, A entrega la propiedad agregando la clave pública de B y después firmando con su clave privada. A entonces incluye esos Bitcoins en una transacción, y la difunde a los nodos de la red P2P a los que está conectado. Estos nodos validan las firmas criptográficas y el valor de la transacción antes de aceptarla y retransmitirla. Este procedimiento propaga la transacción de manera indefinida hasta alcanzar a todos los nodos de la red P2P”, concluye Jodal, quien acepta la moneda virtual como medio de pago para sus clientes y basó su decisión de utilizar la moneda en su cualidad innovadora y oportuna, que puede llegar a marcar otro rumbo en la economía.