El branded content, ese que parece reproducirse como setas en los tiempos digitales que corren, tiene enamoradísimos a los marketeros. Y parece que con razón porque, según un reciente informe de la empresa de investigación de mercados IPG Media Lab, Forbes y la Newhouse School de Siracusa (Nueva York), el branded content deja K.O. a la clásica publicidad display en términos de recuerdo, de percepción de marca y de intención de compra.
Este estudio concluye que el recuerdo asociado a la branded content está 59 puntos porcentuales por encima de la publicidad display. Y no sólo eso. El 14% de los consumidores admite tener mayor predisposición a entablar contacto con las marcas tras su exposición al branded content.
Por otra parte, desde el punto de vista de percepción de marca, el branded content vence por 7 puntos porcentuales a la publicidad display.
Cuando lo que está en juego es la intención de compra, el branded content gana por 9 puntos porcentuales a los anuncios display.
Aunque al consumidor le encanta el branded content en formato snackable, lo cierto es que bebe también los vientos por el denominado “long-form content”. De hecho, los consumidores de entre 18 y 34 años responden mejor al contenido de formato largo, que registra en este grupo de edad excelentes ratios de engagement y de recuerdo.