La incertidumbre por las elecciones presidenciales, los problemas de la economía y algunas restricciones que pesan para la expansión de su negocio no parecen afectar el optimismo que reina en el sector de tecnologías de la información (IT). Las principales empresas del sector avizoran un horizonte con muy buenas perspectivas para la Argentina a partir del desarrollo de las exportaciones de servicios, un negocio que moverá el año próximo US$ 827.000 millones en todo el mundo. De hecho, las empresas creen que en los próximos tres años es posible duplicar las ventas del país al exterior, que en la actualidad rondan los US$ 300 millones.
El desafío, fuerte, pero realizable de aquí a 2010-2011, fue planteado en un panel sobre innovación tecnológica en el Foro 2007: Creación, Innovación y Servicios, organizado por la Cámara de Comercio Argentino-Norteamericana (AmCham) en la sede de la Universidad Austral de Pilar, y del que participaron los líderes locales de las multinacionales de tecnología instaladas en la Argentina: María Garaña, CEO de Microsoft; Guillermo Cascio, vicepresidente de IBM; Alejandro de León, CEO de Oracle: Gonzalo Alonso, CEO de Google; Analía Remedi, gerenta general de Hewlett Packard, y Gustavo Sorgente, presidente de Sun Microsystems. El vicepresidente Daniel Scioli y el embajador norteamericano, Earl Anthony Wayne, estuvieron presentes.
Tasas de dos dígitos
El primer dato sobre el mercado en la Argentina lo dio Remedi, de HP. Dijo que la empresa crece a tasas de dos dígitos en el mundo y que en el país “va a seguir creciendo en el orden del 10-12 por ciento en los próximos años”. Una vez concluido el panel, Remedi dijo que no existe “un clima enrarecido de negocios” por el contexto político y que la inflación les preocupa por el impacto en los costos y en el poder adquisitivo de los consumidores.
Luego, Alejandro de León planteó la meta de US$ 600 millones en exportaciones hacia 2011 y puso de relieve uno de los limitantes que encuentran las empresas: la falta de personal calificado. Todos coincidieron en este punto. De León consideró que faltarán 4500 técnicos el año próximo y otros 2500 en 2009.
La educación fue uno de los temas que el CEO de Google para la región, Gonzalo Alonso, dijo que deberían incluirse en una “agenda tecnológica”, que también debería contemplar medidas para cerrar la brecha digital, es decir, la incorporación al mercado de las personas que hoy no tienen acceso a la tecnología. Para el presidente de Sun Microsystems, Gustavo Sorgente, no resolver este problema implicaría crear una “desventaja competitiva irreversible” de cara al futuro.
El vicepresidente de IBM, Guillermo Cascio, amplió esta visión: “Soy optimista en las áreas de exportación de servicios y software. Hay que trabajar sobre los recursos humanos, sostener estándares world class (de categoría mundial) en la calidad de lo que hacemos”. Sobre la economía, dijo: “Yo no le voy a pedir que se sostenga permanentemente igual, pero que no choquemos, que ruede razonablemente”.
Sorgente fue más allá: “Este es un momento de inversión, es el momento de tirarse a la pileta”. Respecto de las dudas sobre la sustentabilidad del crecimiento, ofreció una visión particular: “Creo que las crisis son crisis y son permanentes. Hubo en el pasado y habrá en el futuro. Lo que sea que dure este buen momento necesitamos utilizarlo para reconstruirnos, en términos empresariales”. Al ser consultado por LA NACION sobre las inversiones del sector, dijo: “Las compañías están invirtiendo lo de siempre, pero no se ve un escenario agresivo de inversión. Falta coraje, mirar al largo plazo y decir: quiero construir un proyecto a largo plazo, no tratar de usufructuar el beneficio que obtengo mientras dure el contexto actual”.
El CEO de AmCham, Alejandro Díaz, consideró que el próximo gobierno tendrá como principales desafíos el desarrollo educativo, un marco de reglas para “incentivar la llegada sistémica de capitales” y el desarrollo de una “plataforma general de país que inserte a la Argentina en el mundo”.