Andalucía es una comunidad autónoma que se disfruta con los cinco sentidos. La pasión y alegría de sus habitantes, sus costumbres y tradiciones así como el sabor y la hospitalidad son grandes atractivos para los visitantes además de su rico patrimonio arquitectónico. Pero además de las ciudades más conocidas a nivel turístico o las capitales de provincia, Andalucía destaca por contar con municipios menos reconocidos pero ricos en patrimonio artístico. En definitiva, pueblos en los que la cultura está presente en cada rincón.
Caminos de Pasión es una ruta que une diez de estos municipios de las provincias de Córdoba, Jaén y Sevilla que suponen una alternativa cultural a las grandes ciudades. Alcalá la Real en Jaén; Baena, Cabra, Lucena, Priego de Córdoba y Puente Genil en Córdoba y Carmona, Écija, Osuna y Utrera, en Sevilla, ofrecen al visitante la posibilidad de adentrarse en una Andalucía auténtica, donde conocer y sentir la ancestral y fervorosa manera de vivir de su gente. ¿Quieres saber más?
Costumbres y tradiciones
Si por algo destacan los municipios de Caminos de Pasión es por continuar con las costumbres y tradiciones que han heredado de sus antepasados. Durante todo el año se suceden diferentes festividades llenas de folclore que, en conjunto, constituyen una oferta cultural rica y excepcional. El flamenco está presente en muchas de ellas y son celebraciones llenas de color y alegría donde, además, la artesanía resulta fundamental. La mayor parte de estas prácticas y celebraciones están ligadas la religiosidad popular.
Tradiciones que se han conservado y han ido pasando de generación en generación hasta ser una realidad en nuestros días. Así, por ejemplo, destacan las romerías o ferias así como otras festividades de gloria que cuentan con gran calado entre la ciudadanía. Fiestas en las que los municipios se engalanan y que giran en torno a la música, el baile, el cambio de estaciones, etc. Son un buen ejemplo de ello las Cruces de Mayo, las fiestas patronales de cada municipio o la celebración de la Navidad con el adorno de las calles, los belenes representando el nacimiento o los coros cantando villancicos.
Fervor religioso
El origen de esta ruta es que los diez municipios que la componen poseen una Semana Santa singular en el conjunto de Andalucía, llena de matices, originalidad, belleza y devoción. Sus celebraciones se suman a ese patrimonio artístico, inmaterial y social que tiene un valor incalculable. Durante la Cuaresma, otra de las celebraciones ligadas a la religiosidad de estos pueblos, ya se llevan a cabo celebraciones y actos que los hacen únicos y que culminan con la Semana Santa.
Destacadas son las representaciones bíblicas que se escenifican durante los cortejos y las peculiaridades en la forma de andar que tienen aquellos que portan las imágenes. Es muy destacada la labor social que realizan las diferentes Hermandades y Cofradías en los municipios, ayudando a los más necesitados a través de obras de caridad y también son ellas gestoras de gran parte de la actividad social y cultural de los municipios ya que organizan durante todo el año teatros, exposiciones, encuentros, conciertos, fiestas,etc.
Sabores propios
La gastronomía es uno de los atractivos de la ruta y cada uno de los municipios cuenta con productos propios y recetas típicas. También encontramos productos característicos y comunes en todos ellos como el aceite de oliva. El conocido como ‘oro líquido’ cuenta con denominaciones de origen específicas de algunos de los municipios como es el caso de Baena, reconocida como la más antigua de España, o Priego de Córdoba y destacada es también la producción en la provincia de Jaén. La denominación Montilla Moriles también es reconocida pero en este caso para los vinos donde los municipios de Córdoba se encuentran incluidos. Los productos de primera calidad son la base de todo el recetario basado en la dieta mediterránea.
También la elaboración de dulces artesanales destaca en los diez municipios y, en muchas ocasiones, se asocian a diferentes épocas del año como pueden ser la Navidad o la Cuaresma y Semana Santa. Los eventos gastronómicos también son todo un reclamo y se realizan diferentes a lo largo del año coincidiendo con las temporadas de alimentos característicos o como reclamo turístico. La ruta de la tapa que se celebra en los diferentes municipios, la feria del primer aceite de la cosecha o las ferias de productos artesanos y venta de dulces conventuales son citas que se repiten cada año.
Búsqueda de experiencia
Pero, Caminos de Pasión no es rica sólo en patrimonio cultural. Sus municipios cuentan con un patrimonio natural que ha sabido conservar todo su esplendor para ofrecerlo al visitante. Senderos que recorren parques naturales, colores del bosque andaluz el que aportan los zumaque rojizos entremezclados con el verde del olivar y paisajes vivos de la campiña en los que residen especies únicas.
Y no sólo eso, porque los municipios ofrecen a sus visitantes diferentes ofertas en las que son ellos los que toman el protagonismo y pueden sentir, en primera persona, y conocer de primera mano cómo trabajar los artesanos de esta tierra; descubrir la belleza de su paisajes e involucrarse en las historias de los antepasados que habitaron las fortalezas, castillos y palacios que encontrarás a lo largo del recorrido. Actividades como la visita a maestros de la alfarería, el bordado, la producción de cerveza artesanal o productores de aloe vera y sus productos derivados puede ser una alternativa única con la que disfrutar y conocer más acerca de estos municipios.
Así, Caminos de Pasión se convierte en una alternativa muy recomendable que complementará la visita a Andalucía. Pueblos que sorprenden por sus monumentos y por la herencia que han conservado de las culturas que han pasado por ellos ligados a las costumbres, tradiciones, gastronomía o naturaleza. Todo un acierto si de apasionarte con la cultura andaluza se trata.
Más información: http://www.caminosdepasion.com/