El presidente Néstor Kirchner quiere una solución, rápida y definitiva, para el conflicto con el campo, cuyo mayor escollo radica en la comercialización de hacienda y de carne vacuna. Con esa presión sobre las espaldas, el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, estuvo reunido ayer hasta última hora con los líderes del ruralismo.
Y como no hubo acuerdo, la reunión que los dirigentes del campo iban a tener hoy con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se postergó para mañana o para el lunes, a las 11. Es la segunda vez que este encuentro se suspende por las diferencias que existen entre la posición oficial y los reclamos del agro, que mantiene su amenaza de nuevas medidas de fuerza. El principal obstáculo es la exigencia del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, de fijar precios de referencia para la hacienda en pie, requisito que las entidades de la producción no quieren cumplir.
Tras una minigira por la provincia de Córdoba, a las 20.15 Urquiza llegó al elegante palacete que la Sociedad Rural Argentina (SRA) tiene en Florida 460, frente a cuya puerta transitan diariamente muchos de los turistas que llegan al país atraídos, entre otras cosas, por la fama del bife argentino. Allí, desde más temprano, estaban reunidos los dirigentes de las cuatro entidades que mantienen abierto el diálogo con el Gobierno: la Rural, Federación Agraria, Coninagro y el Frente Agropecuario Nacional (FAN).
Si bien las fuentes consultadas dijeron que “un acuerdo está cerca”, LA NACION pudo saber que la exigencia de Moreno mantiene firmes las diferencias. Por eso, Urquiza intentó convencer a las entidades de que aceptaran establecer un precio de referencia para el kilo vivo.
El campo no quiere dar el brazo a torcer porque teme que los precios de referencia se conviertan en valores máximos y terminen siendo obligatorios para todas las transacciones, como ocurre actualmente en el Mercado de Liniers.
Esa postura era defendida a rajatablas por la SRA, Federación Agraria y hasta anteayer también por Coninagro, que en las últimas horas -ante la insistencia de Agricultura- comenzó a cambiar de posición.
La propuesta de la producción, algunos de cuyos puntos tienen también el consenso de parte de la industria cárnica, incluyen las siguientes definiciones:
En este punto, el Gobierno ya habría aceptado liberar dos de las tres subcategorías comprendidas dentro de ese tipo de animal.