Un patrón de alimentación mediterráneo, en el cual se incluye el consumo moderado de bebidas fermentadas como la cerveza, puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir hipertensión arterial, según el documento ‘Importancia del estilo de vida saludable en el hipertenso. Efecto del consumo moderado de cerveza” realizado por los doctores José A. García-Donaire, María Abad Cardiel y Nieves Martell Claros, de la Unidad de Hipertensión Arterial del Hospital Clínico San Carlos, que se ha presentado en Santander.
La Sociedad Española de Hipertensión (SEH-LELHA) y el Centro de Información Cerveza y Salud (CICS) han dado a conocer en Cantabria un documento que se distribuirá próximamente en las unidades de Hipertensión de los hospitales regionales.
Según las conclusiones extraídas en esta guía, los ingredientes naturales que componen la cerveza están “significativamente asociados” a una reducción del riesgo cardiovascular y a una mejoría en el control de la tensión arterial, siempre que se consuma de manera moderada, es decir, 2 ó 3 vasos de 200 mililitros para los hombres y 1 ó 2 para las mujeres.
Según García-Donaire, el mantenimiento de un estilo de vida saludable no sólo ayuda en el control de la hipertensión a los pacientes diagnosticados sino que también puede contribuir a retrasar o prevenir la aparición de la enfermedad.
Dentro de este estilo de vida saludable se encuentran las pautas de la dieta mediterránea, caracterizada por una alimentación rica en frutas y hortalizas, con una gran presencia de pescado y de aceite de oliva, así como con una ingesta moderada de bebidas fermentadas, entre ellas la cerveza, elaborada con ingredientes naturales y con un alto contenido en polifenoles.
Asimismo, dentro de la alimentación saludable recomendada para el paciente hipertenso es esencial un equilibrio entre la ingesta calórica y la utilización de estas calorías. En concreto, la ingesta total de grasa debería limitarse a un 25-35% del total de las calorías diarias. La necesidad que tiene este tipo de pacientes de tener un mayor control del peso no impide la ingesta de bebidas fermentadas ya que diversos estudios han demostrado que el consumo moderado de cerveza no supone un incremento del peso ni del índice de masa corporal.
Esto queda reforzado con el hecho de que un vaso de 200 mililitros tiene tan sólo 90 kilocalorías, cantidad que se reduce en el caso de la cerveza sin alcohol a una media de 34 kcal.
Otra de las ventajas para los hipertensos de un consumo moderado de cerveza se encuentra en su baja cantidad de sodio, ya que la mayoría de los estudios científicos demuestran la relación entre el incremento de la presión arterial y el consumo de alimentos con alto contenido en sal, ha indicado García-Donaire. Además, esta bebida fermentada contiene una elevada cantidad de minerales como potasio, magnesio y silicio que podrían ser beneficiosos para la salud cardiovascular, la salud ósea o para la prevención de diabetes.
En España, según los datos aportados por la Sociedad Española de Hipertensión, un total de 14 millones de personas han sido diagnosticados con problemas de hipertensión. En concreto, los datos aportados por la Encuesta Nacional de Salud determinan que el 19.16% de los cántabros tiene la tensión alta, un porcentaje que supera la media nacional de 18.5%.