Una franquicia es un acuerdo comercial entre dos partes. Por un lado, un negocio detrás de una marca exitosa. Por el otro, alguien que paga por explotar ese negocio. Parece simple, pero es complejo. Elegir adecuadamente una franquicia es un trabajo en sí. A continuación, algunas preguntas fundamentales para elegir con inteligencia:
“¿Pongo una franquicia o un negocio independiente?”
En primer lugar, ¿por qué comprar una franquicia si se puede poner un negocio en forma independiente?
Es simple, la franquicia es un negocio probado. Adquirir una franquicia es, por un lado, comprar el “know how” de una empresa: cómo montar el local, cómo llegar al cliente, etc. Por el otro, es contar con el fuerte apoyo de una marca consolidada. No sólo porque el público ya la conoce, sino porque la capacidad técnica y organizativa es un valor agregado.
Una de las grandes ventajas de muchas franquicias consiste en simplificar la cadena de suministros. Poner un negocio independiente implica un complejo proceso de elección y gestión de decenas de proveedores.
Por el contrario, cuando el empresario compra una franquicia, los proveedores ya han sido elegidos y el franquiciante hasta se asegura de que cumplan con los plazos y condiciones.
“¿Debo conocer el negocio?”
El grado de conocimiento necesario del negocio dependerá de las intenciones del empresario a la hora de incursionar en las franquicias.
No hace falta que quien desembolsa una cifra millonaria para comprar una franquicia de McDonald’s, por ejemplo, tenga afinidad con las hamburguesas, la cocina o la comida rápida. En ese caso, es un proyecto a largo plazo, donde el inversor no estará conviviendo con la actividad en el día a día.
En cambio, cuando una persona elige una franquicia como reemplazo de la idea de montar un negocio independiente, es importante que sea dentro de un rubro que conozca y donde se sienta a gusto.
“¿Cuál es el nivel de inversión y cuándo podré recuperarla?”
Actualmente, el universo de las franquicias es amplio, con distintos niveles de inversión y tiempos de recupero. En la Argentina, por ejemplo, es posible comprar una franquicia desde unos 6.000 dólares en adelante. Generalmente, la inversión se recupera en un plazo de 18 meses.
“¿Adónde ubicar el negocio?”
La ubicación del local es una variable crítica que determinará, en buena medida, la capacidad de recuperar la inversión en el plazo previsto.
Muchos franquiciados cometen el error de instalar sus comercios a varias cuadras del centro comercial de la zona para beneficiarse de un alquiler bastante inferior.
Sin embargo, se debe ser consciente de que el alquiler es sólo una parte de la inversión. Los costos de montar el local y los gastos corrientes como los sueldos de los empleados serán los mismos.
Desde esta perspectiva, el ahorro en el alquiler deja de tener sentido pues alejarse del centro implica menores ventas.
Cuando se compra una franquicia de una marca muy bien posicionada, es posible estar un poco más alejado de lo que sería el centro comercial de una zona. Se puede estar retirado una cuadra o dos. Pero igualmente hay que estar allí, en el entorno inmediato.
“¿Cuáles son los costos ocultos del negocio y quién tendrá que soportarlos?”
En el negocio de indumentaria, por ejemplo, hay que contemplar las liquidaciones y, estipular de antemano, quién se hará cargo de esos costos. En este aspecto, algunas franquicias son mucho más rígidas que otras. Por ejemplo, algunas marcas no permiten que haya prendas o artículos de colecciones anteriores.
Por otro lado, los locales de algunas franquicias implican mucha estructura estanca, es decir, una estructura que no se podrá transportar en caso de que sea necesario mudar el negocio. En estos casos, el franquiciado tendrá que montar nuevamente la estructura, soportando un alto costo de mudanza.
En definitiva, la realidad es que hay una franquicia para cada franquiciado. Los interrogantes planteados en este artículo brindan algunas pautas para decidir.
Con estas preguntas en mente, quien desee incursionar en el mundo de las franquicias podrá estudiar cada caso, conocer las marcas, visitar los locales de la firma, familiarizarse con los productos y, finalmente, elegir la mejor opción.