Ninguna empresa puede armar una estructura propia que cubra el total de sus necesidades logísticas. Sumado a la economía de escala y a la flexibilidad que tiene que tener una estructura que se especialice en una serie de tareas, el resultado final es que el mejor camino es la tercerización.
Y dentro de las empresas que ofrecen servicios logísticos, siempre resulta màs eficiente derivar el trabajo del e-commerce a una organización que se especialice en este campo.
Esto se debe a que la logística para una empresa que opera de la manera tradicional y otra que hace e-commerce, son actividades muy diferentes, ya que el canal comercial al que se orienta una empresa y su método de comercialización, definen claramente mundos distintos a la hora de proveer ese servicio.
Analizando las demandas y necesidades que presentan los vendedores a través de Internet, podemos encontrar:
- disponer de información fiel (y en tiempo real) a nivel digital, ya que todo se consulta y se decide desde la web
- que el operador posea una plataforma para generar transacciones automáticas integrable a los sitios de venta,
- precisión en la coordinación de la operación, con el objetivo de brindar información certera sobre los envíos,
- algún procedimiento ordenado para operar la logística inversa (devoluciones y/o cambios de productos),
- capacidad para realizar muchas pequeñas entregas (el ecommerce hoy se orienta al home delivery),
- personal altamente calificado para tratar con consumidores finales,
En base a esto, el operador que se ocupa del e-commerce debe cumplir con ciertas características. Si bien las cuestiones más importantes pueden estar ligadas a la estructura y la capacidad de respuesta, por ejemplo, hoy no parece viable un operador logístico para e-commerce que no esté en la vanguardia tecnológica para el soporte de todo el proceso.
Por esto, al elegir operador hay que tener en cuenta ciertos aspectos.
En un sector joven y en constante crecimiento como éste, es muy importante la recomendación de un tercero. Al no haber tanta trayectoria o experiencia de mercado, lo que puede validar a un nuevo proveedor es la experiencia que generó en algún colega del mundo “e”. Ahora bien: la recomendación es un aval, pero no debe tomarse como el factor determinante. Para calificar a un posible proveedor logístico, además habrá que indagar sobre aspectos técnicos, de soporte digital y de estructura física.
Como dato final, hay que tener en cuenta que cada envío es un contrato que se firma, y la experiencia que va surgiendo en cada operación hará más o menos apto al proveedor. Muchas veces lo que le funcionó a una empresa puede no funcionar para otra, por eso la experiencia con cada cliente es clave.
Si a eso le sumamos una especialidad por parte del operador logístico en ese canal de ventas, probablemente estemos más cerca de acertar al elegirlo como socio estratégico.