El presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos De la Vega, aprovechó el brindis de fin de año que ofreció la entidad mercantil para festejar además por la elevación a rango ministerial del sector del Comercio, junto a la Producción. Destacó que sus representados son los mayores dadores de empleo, y defendió la política de cuidado del stock ante la inestabilidad cambiaria.
“Existe una inestabilidad cambiaria que no permite prever el costo de reposición de la mercadería, y con lógica, el comerciante prefiere no vender porque nadie quiere fundirse”, enfatizó el jefe de la CAC ante la prensa. Sucede que el aumento de precios de algunos productos sin la presencia de una devaluación directa, y el avance del mercado hacia una corrección cambiaria que fortalezca el dólar generaron un escenario de stand by en materia comercial.
Según el análisis de la Cámara de Comercio, la actividad se paralizó después de las elecciones, y seguirá en ese estado hasta que se produzca el cambio de Gobierno. “Luego habrá que esperar que no se produzca el efecto serrucho, en donde el dólar suba y baje sin saber cuál es su precio verdadero”, afirmó De la Vega.
Los mercantiles, sin embargo, sostienen que “una vez atravesado el escenario de inestabilidad, se presenta un futuro auspicioso para el Comercio”, y mostraron su satisfacción por la inclusión del Comercio en el área de Producción. No dejaron de lado las críticas hacia los manejos de la Secretaría de Comercio por la administración del sector.
“Desde hace décadas el comercio tiene una Secretaría que está destinada a trabarlo. Afortunadamente, por lo que se informó, esta Secretaría pasará a ser parte del Ministerio de la Producción”, festejó De la Vega, quien además dijo que desde ese espacio institucional se buscará “estimular la actividad para hacerla más eficiente”.
La elevación a rango de Ministerio se trataba de “un anhelo” al que aspiraba el sector “desde hacía mucho tiempo”. Así fue que mostró “la mejor voluntad” de la Cámara de Comercio “para tener un vínculo constructivo con el nuevo gobierno” de Mauricio Macri, que asumirá el 10 de diciembre próximo.
La restricción de las importaciones es una de las trabas que los comerciantes esperan sortear “lo antes posible” pero afirman que para eso “es necesario que existan dólares para pagar el ingreso de la mercadería, algo que no podrá ser solucionado en lo inmediato”, señalaron fuentes consultadas.
Los integrantes de la mesa chica de la CAC tienen fuertes expectativas de la creación de un sistema de intercambio comercial ampliado, que incluya al Mercosur pero que supere sus límites y se proyecte hacia la Unión Europea, la Alianza del Pacífico e incluso el Acuerdo Transpacífico (TPP). “Cuanto más mercados haya, mejor”, admiten. Sin embargo, aclaran que “no es anhelo que se desindustrialice el país sino que haya un comercio más ágil”.
Del encuentro de cierre de año de la CAC asistió gran parte de la Comisión Directiva de una de las entidades que forman parte del G-6. La atención de la prensa especializada se centró en las definiciones del sector, debido a que su agilidad es una de las incógnitas de la economía que se viene.