Los horarios más frecuentes de robos son todos aquellos en los que el local está cerrado. ¿Cómo actúan? En general fuerzan la primera línea de seguridad del local (cortinas de metal, candados, rejas) con sumo cuidado, para ingresar a la propiedad sin producir daños visibles a primera impresión. Una vez adentro, disimulan la fachada desde el exterior con candados o cerrando las puertas.? Suelen cortar la línea telefónica y destruir los sistemas de alarma que encuentran (para evitar sistemas de monitoreo que informen por sensores a alguna central). El robo se realiza mientras uno de ellos hace de “campana” en las proximidades del local: avisa desde el exterior toda vez que se aproxima alguna persona, al efecto que el resto de la banda se detenga en su accionar mientras alguien en las cercanías pueda delatarlos. Una vez ejecutado el siniestro, se retiran y en buena parte de los casos, dejan la fachada o el frente del local de forma prolija, como si no hubiera pasado nada.
Con esta estrategia, los ladrones lograron neutralizar el sistema de alarmas y, en caso de que hubiera pasado algún móvil de verificación enviado por el proveedor de servicios de seguridad, que sólo hace una observación externa del local, de todas formas hubiese visualizado un “panorama normal”. Por eso, se recomienda:
– Que ante cualquier alarma, alguien responsable se acerque al local para dar eventual acceso a la policía. El móvil verificador podría no estar viendo el panorama completo.
– Utilizar dispositivos complementarios que entorpezcan este accionar y que dificulten el “corte” de la comunicación: sistemas inalámbricos o satelitales de backup o cámaras con monitoreo vía internet, por citar dos ejemplos.
Los ladrones exhiben todo su ingenio cuando roban negocios. Los comerciantes deben estar a la altura a la hora de protegerse.