En medio de un entorno extremadamente competitivo y cambiante, los managers argentinos -al igual que los de todo el mundo- buscan incesantemente conseguir resultados económicos y sociales, para las organizaciones que lideran. Para poder alcanzar esos resultados, toman diversas decisiones que conforman una verdadera red de decisiones interrelacionadas y culminan en resultados exitosos o en fracasos.
Esto conduce a reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿Qué modelos y técnicas utiliza el manager argentino para tomar las decisiones que terminan en resultados beneficiosos? ¿Qué proporción de estas metodologías y procedimientos que implementa, para incrementar sistemáticamente las ganancias, se corresponden o no, con los modelos y técnicas que estudiamos en los libros clásicos de management americanos y europeos? ¿Lleva a la práctica, en forma deliberada o emergente, modelos y técnicas de análisis y generación de decisiones, como FODA, Análisis PESTEL, Modelos de Porter y de Ansoff o Reloj de Bowman?
Estos conceptos, modelos y técnicas clásicas ¿son adecuados para tomar decisiones en el contexto actual? ¿Se ha acrecentado el abismo entre la teoría y las prácticas de la realidad empresarial argentina y del mundo? ¿Por qué en la mayoría de los libros de management, el nivel de utilización de matemática, estadística aplicada y finanzas, es escaso o mínimo, cuando la realidad empresarial utiliza continuamente los números como código común para fundamentar las decisiones y medir los resultados? Y finalmente, ¿por qué los libros de management exponen los modelos o técnicas como “compartimentos estancos”, cuando los problemas de la realidad requieren que el manager los enfrente y resuelva con una visión integral y pensamiento sistemático?
Considero firmemente que llego el momento de iniciar un verdadero punto de quiebre para unir el mundo de la realidad empresarial con el mundo de la academia, elaborando modelos propios, dinámicos y dotados de flexibilidad (aunque esta virtud se contraponga con el concepto de modelo).
Propongo en primer lugar, recurrir directamente y sin intermediarios, a autores clásicos del Management: Ansoff, Drucker, Porter, Mintzberg, Peters, etc, y estudiar profundamente sus modelos para incorporar la esencia conceptual que platea cada uno de ellos.
Un ejercicio interesante es tomar cada una de las variables de los modelos clásicos, enfrentarlas en una matriz contra cada una de las líneas de un flujo de caja, para verificar y evaluar de qué forma lo afecta en la actualidad el cambio de cada una de esas variables.
Una vez que dominemos estos modelos llegará el momento de ponerlos a prueba, enfrentándolos con la realidad empresarial cotidiana. Si fuera necesario tendremos que actualizarlos y en última instancia reconstruirlos, de manera tal que nos sirvan para entender y manejar las variables internas de la organización, para influenciar eficazmente las variables externas en beneficio de la empresa y poder, de esta forma, utilizarlos como herramientas de análisis y desarrollo de decisiones exitosas.
Cada uno de estos modelos nos ayudará a entender una porción de la realidad, es decir, nos auxiliará en la explicación y comprensión de un compartimento de esa realidad. Pero la realidad no es un conjunto de compartimentos estancos, sino un sistema dinámico por lo cual tenemos que unir, relacionar o vincular los modelos y dotarlos de dinamismo a través de herramientas informáticas de simulación para conformar un modelo base.
Luego llega el momento de darle vida propia utilizando herramientas de finanzas, estadística y simulación para generar diversos escenarios futuros, teniendo en cuenta que las decisiones que construyamos con dicho paradigma tendrán que incrementar sistemáticamente el flujo de caja y la rentabilidad de la empresa.
Finalmente, el modelo base no será el punto final de este desafío, solamente conformará los cimientos para edificar decisiones de estrategias innovadoras eficaces y exitosas en el mundo empresarial. Tendremos que ponerlo a prueba, ir ajustándolo, flexibilizándolo, modificando sus variables, agregando nuevas variables cuando sea necesario y por sobre todo, continuar verificando que siga siendo útil para conseguir mejores resultados económicos y sociales, que los modelos de nuestros competidores.
A continuación expongo un cuadro de integración de modelos de diferentes autores (Porter, Ansoff, Bowman, BCG) que puede servirles como disparador para comenzar con el desafío.