Las entrevistas cada vez acaban más con esta pregunta que puede desestabilizarte. Contar qué paso es una demostración de honestidad, sobre todo si el reclutador tiene información privilegiada sobre qué ocurrió en tu último puesto.
Antes de contestar a esta pregunta, escribe en un papel qué ocurrió realmente y analiza tus errores de forma metódica. Ante todo, no te pongas nervioso en la entrevista o será tu final. Prepárate tu respuesta con calma, no es fácil. Llama a tus compañeros de oficina y asegúrate de que contestarán lo mismo que tú en caso de ser preguntados –ni te imaginas la cantidad de empresas que hacen una llamada para pedir una referencia-.
Además, llama a tu exjefe, coméntale que estás buscando empleo y que puede recibir una llamada. Esto será todo un ejercicio de autoevaluación y de paces con tu anterior superior.
Una vez hayas solucionado esto, dedícate a contar la verdad en la entrevista. Pero sobre todo, intenta dejar la sensación de que has aprendido de lo cometido anteriormente, eso es lo realmente importante porque un error lo podemos cometer todos. Comenta que quizás el puesto no estaba adaptado a tus necesidades o que la cultura del equipo no se asemejaba contigo, pero siempre intenta dar una razón –y que sea real, claro-.
Demuestra en cómo el despido te convirtió en un mejor líder. Por último, guioniza tu respuesta si de esta forma la vas a elaborar con mayor precisión y naturalidad.