Antes de una entrevista de trabajo no puedes saber qué te van a preguntar exactamente, pero sí puedes (y debes) hacer dos cosas: pensar las preguntas que te pueden hacer y preparar la mejor respuesta posible para cada pregunta. Así, si tienes la suerte de tener una entrevista de trabajo, conseguirás reducir la sensación de nerviosismo y realizar una buena entrevista que te permita seguir optando al puesto de trabajo.
Estas son algunas de las debilidades más frecuentes de un candidato y la forma de defenderlas en una entrevista de trabajo:
1. No tener un buen nivel de inglés.
Si el inglés no es lo tuyo es mejor que no mientas acerca de tu nivel porque puedes quedar retratado (y decir adiós automáticamente al empleo) si el entrevistador decide preguntarte en inglés. Por eso es preferible reconocer que no tienes un nivel alto de inglés pero que estás esforzándote en estudiar y practicar para mejorarlo.
2. Llevas mucho tiempo sin trabajar.
No debes obsesionarte con esta “debilidad” que no lo es porque la culpa no es tuya, sino de la larga crisis que estamos atravesando. Y eso también lo sabe el entrevistador. Aun así, antes de la entrevista intenta maquillar, en la medida de lo posible, esos períodos en tu currículum eliminando los meses y dejando los años de cada trabajo o reflejando posibles cursos que hayas hecho en ese tiempo. Aun así, si te preguntan por esos huecos en tu historial laboral, deja claro que no has dejado de formarte y especializarte.
3. Las causas de tu último despido.
Si te preguntan qué pasó en tu último trabajo para que no siguieras, evita dar la sensación de que tuviste algún tipo de problema con tus jefes o tus compañeros y no hables mal de la empresa anterior aunque tengas motivos para hacerlo. Si te despidieron, puedes decir que la empresa decidió ajustar su plantilla ante la crisis; y si no aguantabas más y te fuiste voluntariamente, puedes contestar que sentías que tu etapa allí había terminado y que buscabas nuevos horizontes.
Recuerda que lo mejor es estudiar previamente cuáles son nuestros puntos débiles como profesionales y no dar la sensación de que nos venimos abajo si nos preguntan por algo que no dominamos. En tus respuestas debes dar la impresión de que tus puntos débiles no son un obstáculo para el trabajo, que estás poniendo todos los medios a tu alcance para mejorarlos y que tienes fortalezas que pueden ser de mucha utilidad para la empresa.