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Cómo el packaging puede determinar las decisiones de compra

El color puede llegar a determinar en un 90% nuestras decisiones de compra.


Las cosas entran por los ojos: es una realidad que todo el mundo ha acabado aprendiendo y aplicando ya sea disfrazando la comida de forma creativa para que los niños coman verduras o diseñando de forma más atractiva el envoltorio de los productos para que estos llamen la atención de los consumidores y se conviertan en el elegido para llevarse a casa. Apostar por un buen packaging puede hacer a una marca diferente a sus competidores y convertirse en una seña de identidad de la misma, tanto si es una gran marca multinacional como sucede con Amazon como si es una startup fuertemente creativa como sucede, por ejemplo, con Laconicum, una tienda de cosmética online.

El packaging no debe ser descuidado jamás por una compañía. Como recuerdan desde The Paper Worker en una infografía, un tercio de las decisiones de compra se toman en base al empaquetado de un producto. Teniendo en cuenta, además, que las decisiones de compra se toman en solo 7 segundos, el primer impacto tiene que ser altamente positivo y solo un buen diseño de packaging lo consigue.

El consumidor procesa no solo en un nivel consciente la información que le ofrece el empaquetado del producto. Su cerebro procesa qué tipo de producto es, su nombre o la cantidad que ofrece, pero también – y a un nivel subconsciente – qué calidad promete el producto o – gracias al uso de información icónica – la relación que el consumidor y la marca han tenido en el pasado o el impacto que este producto tiene en sus emociones. La estética del empaquetado es igualmente una forma de llamar la atención de los compradores, lo que puede ser especialmente importante en entornos como los supermercados, donde se acumulan los productos y la competencia es mayor.

Las cifras demuestran el poder del packaging como decisor de compra: un 52% de los compradores volverá a comprar – o está interesado en ello – el producto si se le ofrece en un envase premium y un 90% reutiliza bolsas y paquetes que le han dado en el punto de venta. Y aquellas marcas que han apostado por un packaging cuidado han señalado un incremento del 30% en el interés de los consumidores.

Además, un buen packaging puede hacer que la marca se convierta en un elemento de atracción para las conversaciones en social media, ayudando a su viralización. Por ejemplo, para los millennials, el empaquetado puede ser clave a la hora de compartir sus compras en redes sociales. Un 74% de los jóvenes entre 18 y 24 años está más dispuesto a compartir una foto de sus compras online si el packaging es especialmente reseñable. Y, en general, el 40% de los consumidores está más abierto a compartir una imagen en sus perfiles sociales de un producto si el packaging es imaginativo, llamativo o parece un regalo.

Los elementos claves del packaging

¿Cuáles son los elementos clave a la hora de diseñar el empaquetado de un producto? Según la infografía de The Paper Worker, la tipografía y el color son elementos que no deben ser nunca olvidados. Las tipografías tienen personalidades diversas y diferenciadas que harán que el producto adquiera diferentes connotaciones. Por ejemplo, algunas fuentes son más austeras, otras más elegantes y otras más divertidas: según al público al que se dirija un producto y según los valores de marca que lo caractericen, lo más inteligente es apostar por unas o por otras. Además, no deben olvidarse nunca otros aspectos, como por ejemplo que sea fácil poder leer lo que pone. No importa que la tipografía sea muy resultona si después el consumidor no será capaz de saber qué dice.

Por su parte, el color ayuda a unificar la imagen de marca en todos los productos que pueda producir y da una capa más de significado. El color puede llegar incluso a determinar en un 90% nuestras decisiones de compra, según el estudio Impact Color in Marketing. Diferencian a las marcas y los consumidores les asocian significados. El blanco es inocencia, el negro es poder, el amarillo es alegría y el rojo es emoción, por ejemplo. Los colores están además asociados a muchas otras cosas: por ejemplo, el subconsciente de los consumidores convierte las cosas que huele en colores. El uso inteligente del color en el packaging puede, por tanto, dar mucha más información sobre el producto y puede diferenciarlo de su competencia directa.

Cómo hacer un packaging triunfador

Varios son los consejos para conseguir diseñar un packaging con potencial para ser exitoso. Resaltar las cualidades del producto, apostar por envases que alarguen la vida del mismo o ser muy eficaz a la hora de targetear y seducir al público objetivo son los puntos más importantes, siempre que no se olviden las ya destacadas tipografía y colores.

Los últimos avances en ciencia aplicada al marketing también pueden ayudar mucho. El neuromarketing aplicado al packaging permite mejorar sustancialmente el éxito de un producto. Puede cambiar los sentimientos que despierta un producto, mejorar algunas de las emociones que genera o apelar a los deseos del consumidor.