Cuando una empresa abre su proceso de selección para un determinado puesto de trabajo, comienza un camino que puede (y debe) conllevar cierto tiempo y esfuerzos. Encontrar al candidato perfecto no es tarea fácil, y las empresas tienen que pasar por todo esto…
1. Desgranan CV y carta de presentación
Esto no quiere decir que le dediquen muchísimo tiempo a cada currículum, sino que en un golpe de vista saben qué es lo importante y qué no lo es tanto. Se quedan con las partes que más interesan para el trabajo en cuestión y desechan el resto. Si en un primer momento nada llama su atención, lo descartan.
2. Buscan en las redes sociales
Las redes sociales son hoy en día un factor muy importante. Las empresas buscan que el candidato tenga una presencia en ellas conforme a su cultura empresarial. Que no tenga nada que llame la atención en sentido negativo (fotos íntimas, de mal gusto, comprometidas…) o comentarios que le posicionen en una postura que vaya contra la empresa.
3. Buscan algo de su trabajo
Si el candidato tiene experiencia profesional y la empresa está interesada, busca algo de lo que haya realizado anteriormente. También pueden consultar en LinkedIn sus aptitudes, trabajos, conocimientos, recomendaciones…
4. Seleccionan a los mejores
Una vez tienen todo lo anterior claro, se quedan sólo con los 5/10 mejores de todos los que se postulan. Y ahí es donde los seleccionan para una entrevista personal. Eso sí, si tras las entrevistas ninguno les convence al 100%, vuelven a revisar nuevos CV hasta dar con el idóneo. No se conforman con cualquiera.
5. Actitud sobre aptitud
En la entrevista muchas empresas ponen por delante la actitud del candidato frente a sus aptitudes. Muchos tienen la misma formación o similar, una experiencia parecida… por lo que la actitud es determinante a la hora de descartar o elegir.