Todos nos hemos enfrentado en algún momento de nuestras vidas a ese fatídico ciclo emocional que surge luego de que somos despedidos de nuestro empleo, pero ¡la vida continúa! Por eso hoy quiero darte algunas pautas de como ver, entender y enfrentar un despido laboral.
Apego emocional
Así como en las relaciones de pareja, muchas personas tienden a crear lazos que van más allá de la necesidad económica o la simple realización de sus labores con sus empleos y todo el entorno que este conlleva, creando verdaderas relaciones de apego y confort que por increíble que pueda sonar ¡se vuelven realmente toxicas!
Cuando se crean estos lazos emocionales con el trabajo empiezan a crearse un sinfín de conductas que empiezan a deteriorar la calidad de vida del empleado, pues como si de una obsesión amorosa se tratara, el mundo de esta persona empieza a girar alrededor de su empleo, hablando siempre de ello, pensando siempre en ello y dejando de lado elementos fundamentales como la familia, los amigos y la inversión sana de su tiempo libre ¡si es que lo tiene!
El despido
El verdadero problema surge cuando esta persona “enamorada” de su empleo es despedida, pues al tener toda su vida empeñada en algo que es tan efímero y ajeno como su puesto en X empresa o en X proyecto, todo se le viene abajo, quedando sin ninguna aparente razón para levantarse en las mañanas.
Por todo esto mi primer consejo es, tu vida no es tu trabajo, ni tu trabajo es tu vida, no puedes dejar que tu empleo te aparte siempre de los tuyos ni te deje sin tiempo para hacer un poco de eso que tanto te gusta, siempre hay que tener en cuenta que a pesar de que nuestras economía quizás no sean la de Bill Gates, trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar y si queremos desempeñarnos bien en nuestros empleos, una buena salud física y mental es fundamental, por lo tanto, llévalo con calma.
Despidos continuos
Que frustrante puede llegar a ser que a pesar de que no se te dificulte conseguir un empleo, no puedas mantenerlo por más de uno o dos meses, a veces hasta unas cuantas semanas, llevándonos a sentir a veces un poco inútiles o desdichados, ¡incluso a pensar que tenemos alguna maldición encima!
Lo cierto es que la duración en un empleo o no depende de muchísimos factores, el gusto por lo que se hace, la habilidad para ciertas tareas, el ambiente laboral y el comportamiento de tus jefes, hay que detenerse un poco y dejar de conseguir empleos por conseguir, debemos pensar bien nuestras jugadas.
De nada sirve que, aunque necesitemos con urgencia un empleo, nos vayamos a hacer algo para lo cual muchas veces no podremos hacer bien, incluso por limitaciones físicas como la estatura, la duración de un empleo se ve ligada por nuestro gusto y capacidad de realizar las labores, de modo que, aunque sea algo que a veces se convierta en una rutinaria obligación, no debemos dejar de hacer con pasión y ambición.
Mi segundo consejo es; si pierdes empleos constantemente o no permaneces mucho tiempo en ellos, si tienes dificultades para enfrentar el despido laboral, te invito a reflexionar primero como estas tú, como está tu mente, tus sueños, tu estado de ánimo, no te amedrantes más ni dejes que los despidos bajen tu autoestima, toda experiencia tiene un gran aprendizaje ¡la vida continúa!, analiza tus gustos y entra con fuerza y ganas por ese empleo que siempre soñaste.
El empleo de tu vida
En ocasiones encontramos ese empleo perfecto, el cual nos brinda un buen sostenimiento económico, no nos obsesionamos con el y en verdad nos agrada su entorno y las labores que se nos son encargadas.
Es este empleo donde pasamos varios años de aprendizaje, donde hay problemas, pero encontramos siempre soluciones que nos hacen crecer tanto emocional como profesionalmente, al final cada miembro de aquel lugar se nos hace como de la familia, pero aun así, es inevitable que pueda llegar el momento en el cual debamos decir adiós.
Está suele ser la situación más complicada de las tres que me he decidido proponer, pues es aquí donde se han conformado lazos que lejos del apego irracional, se podrían comparar más con la fraternidad y la amistad, a pesar de que puedas seguir compartiendo fuera del lugar con tus excompañeros y compañeras, sabes que no va a ser igual y que encontrar un lugar así de nuevo te será realmente complicado, incluso imposible.
Aquí es donde las cosas se deben tomar con más calma y comprender, como aquel que pierde a un ser querido, que el aprendizaje y los momentos vividos en aquel lugar jamás podrán desaparecer, estar sumidos en la tristeza no va a cambiar nada, más bien agradecer por tus compañeros, por tu experiencia y por todo tu aprendizaje.
Ese aprendizaje que llevarás y aplicaras a un nuevo lugar, a un nuevo entorno, a unos nuevos compañeros, siempre comprendido que la vida es tan corta que debemos aprovechar cada nueva experiencia, si perdiste tu empleo no dudes en experimentar cosas nuevas, en lanzarte al emprendimiento, en conocer entornos diferentes y aplicar aquello que aprendiste.
En conclusión
El despido laboral siempre va a ser visto de diferentes maneras, dependiendo la relación que hayas creado con tu trabajo y las personas que influían en él, algunos lo tomaran como algo catastrófico y otros como algo normal.
Mi tercer consejo es tener en cuenta que nada es más importante que tu propia felicidad, que a veces hay que renunciar a ciertas cosas para obtener algunas mejores y que sin importar cuantas veces seas despedido, las experiencias y el aprendizaje que obtuviste jamás se te podrá quitar, dibujémonos una sonrisa y sigamos adelante por todo lo bueno que nos espera al otro lado del despido.
Fuente: Emprendices