El conflicto entre el Gobierno y el campo que se prolongó por más de 100 días dejó varias víctimas. Una es la cadena de pagos. Las empresas vinculadas al sector agroalimentario y de maquinaria agrícola cordobesas, santafesinas y entrerrianas son las que más han tenido que postergar sus compromisos, subir el descubierto, suspender personal, pedir subsidios y hasta planean hablar con los bancos y las agencias recaudadoras de impuestos para que ganar tiempo y pagar más adelante sus obligaciones.
Desde hace dos meses, algunas empresas tienen problemas para cobrar y pagar sus cuentas, pero desde hace 15 días, son más profundos. La caída en la actividad se ha prolongado más allá de lo que las empresas estaban preparadas para resistir por la acumulación de días en que tuvieron serias dificultades para producir.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) publicó la semana pasada el resultado de una encuesta entre 375 dirigentes Pymes representativos de 228 cámaras comerciales e industriales de todo el país donde afirma que:
* el 63% de las Pymes asegura que sus ventas están cayendo
* el 43% de los empresarios observa un deterioro en la cadena de pagos
Los resultados del trabajo muestran que por la caída masiva en las ventas, comenzaron las suspensiones y despidos de personal, se incrementaron los cheques rechazados, se encarecieron los créditos y se deterioró la cadena de pagos. El siguiente es el cuadro de situación de las Pymes de todo el país:
A qué recurren
Los empresarios han apelado a todas las herramientas: descubiertos en cuenta corriente, descuento de cheques, créditos especiales de los bancos y a conversar con los proveedores para que posterguen el cobro de los cheques. Todo en un momento en que el capital de trabajo es poco y carísimo: se cobran tasas por encima del 30-40% anual para empresas de primera línea, el doble del año pasado.
Por eso las Pymes respondieron a CAME que no se sentían acompañadas por el sistema financiero. “Estamos solicitando a los bancos, al sistema financiero, la mayor paciencia posible, que con el tiempo se va a solucionar y los sectores vinculados van a poder afrontar sus obligaciones”, dijo el presidente de la Federación industrial de Santa Fe (Fisfe), Carlos Capisano. Y aclaró que, por ahora, se trata de conversaciones telefónicas, pero que las entidades gremiales están pensando en hacer presentaciones formales.
El 58% de los empresarios advierte que no podrá cumplir con sus obligaciones fiscales y financieras, según relevó CAME. Y aclaró que “muchas empresas están financiando con reservas” el pago de los impuestos “para evitar que se incrementen aún más sus costos por la carga por morosidad o se les caigan planes como el RAFA”.
Capisano concluyó que “la Administración Federal de Ingresos Públicos tendrá que acompañar”. En tanto, el presidente de la Unión Industrial de Entre Ríos, Carlos Galuccio, dijo que su gremio conversará con el gobierno de su provincia para que tenga alguna consideración en el pago del impuesto sobre los Ingresos Brutos que vence en julio próximo.
Cumplir con el pago de los sueldos es otra dificultad en este contexto de falta de liquidez. Algunas empresas “saben que van a tener dificultades para pagar los aguinaldos y sueldos, pero se negociará con trabajadores y delegados”, dijo Capisano.
CAME informó que “día a día aumenta la cantidad de personal suspendido en comercios y fábricas” y que esto se agrava en las provincias de Entre Ríos, Salta, Santiago del Estero y Tucumán, donde es mayor “la falta de insumos y dificultad en la logística”. El director ejecutivo de la Unión Industrial de Córdoba, Fernando Sibilla, explicó que algunas empresas recibieron ayuda del gobierno de la provincia para afrontar el pago de los empleados suspendidos: se trata de un subsidio de hasta $400 mensuales.
Las empresas grandes tienen otra espalda. Por eso han podido financiarse con recursos propios y de terceros y, por lo tanto, han quitado fondos destinados a inversiones y renegociado las cuentas con proveedores, dijo Galuccio.
Qué pasó
Las cámaras que nuclean a las industrias de Santa Fé, Córdoba y Entre Ríos contaron a Infobaeprofesional.com, cómo la demora en las entregas de la materia prima por los problemas de transporte, los cortes en la ruta y la falta de combustible impidieron a las empresas trabajar normalmente. En tanto, los mismos problemas de logística impidieron a las empresas vinculadas con el sector agropecuario (agroalimentarias, metalmecánica y maquinaria agrícola) vender sus productos elaborados.
Este freno de la actividad secó la fuente de recursos, siendo las empresas más afectadas las pymes, con menos espalda financiera, dijo Sibilla.
En tanto, según detalla CAME, los comercios más chicos han tenido días de ventas nulas y tienen problemas para pagar los alquileres, que en algunos casos se están abonando en tres o cuatro cuotas.
El economista de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), Fernando Grasso, dijo que los productores de maquinaria agrícola sobrevivieron porque había mucho trabajo acumulado y fueron recibiendo pagos por trabajos ya realizados, aunque no se produjeron nuevas ventas y se cancelaron las órdenes de compra. “No podían financiar otros trabajos, pero tampoco tenían trabajos para hacer”, contó Grasso. Y agregó que “están empezando a aparecer mas cheques rechazados”.
Esta situación comprometió al sistema financiero. Capisano, dijo que las empresas industriales han girado cheques que iban a ser cubiertos con compromisos que no pudieron cobrar y quedaron sin cobertura.
Los últimos datos sobre los cheques rechazados publicados por el Banco Central son de abril, que ya empezaban a evidenciar un deterioro, aunque no un resultado rotundo.
Pero fuentes del sector bancario confirmaron que se están viendo muchos cheques rechazados y descubiertos cortados.
CAME anticipó que puede haber un aumento en la morosidad si la situación no se revierte. En tanto, Grasso previó cierre de fábricas, suspensión de personal y despidos en el sector de la producción de maquinaria agrícola, si la situación persiste.
Pero el gerente de la Unión Industrial de Santa Fe, Eduardo Pascucci, dijo que hoy, hay otro ánimo, después de que se levantaron los cortes y se está volviendo a comercializar.