La poca experiencia por parte de los candidatos que aspiran a un trabajo y la sencillez con la que los entrevistadores pueden entrar en este terreno de “preguntas ilegales” durante una charla hacen de este tema algo bastante interesante –y a tener en cuenta-.
Aquí encontrarás una guía para saber los derechos y responsabilidades de los candidatos sobre lo que pueden y no ser preguntados durante una entrevista:
Respecto a la familia se podría preguntar: “¿Tiene alguna responsabilidad que lo ate para viajar en su trabajo?”, sin embargo: “¿Estás casad@, tienes hijos o estás embarazada?” son preguntas fuera de lugar y contexto. ¿Por qué? Son cuestiones discriminatorias que nada tienen que ver con la persona que va a realizar el trabajo.
Si hablamos de la carrera no hay temas tabúes que no se deban tratar, sin embargo el tema racial –del que la ONU nos ampara a todos por igual- o el religioso si pueden ser terrenos en los que mejor no se entre en una cita laboral. La religión o raza de un trabajador no afecta a su rendimiento en la oficina.
Respecto a la residencia sería correcto formular la pregunta de “dónde vive”, sin embargo estarían fuera de lugar algunas tales como: “¿Es suya la casa en la que vive? O “con quién vive?” Esto no será decisivo en cuanto a la actitud del nuevo empleado. Resulta discriminatorio.
En cuanto a temas de delitos o ‘ilegalidades’ cometidas por el entrevistado, lo correcto sería preguntar si “ha sido condenado anteriormente por algo relacionado con su puesto laboral”, mientras que: “¿Has sido arrestado alguna vez?” no tendrá sentido alguno.
Si estás en una entrevista y el entrevistador le hace una pregunta que no debería, trata de dirigir las preguntas de nuevo a algo que se relacione más con tu puesto laboral. En la mayoría de los casos, los entrevistadores no tratan intencionalmente hacer preguntas ilegales de la entrevista, por lo que un “recordatorio amistoso” por tu parte de que no deben de entrar en algunos campos de tu vida puede ser todo lo que se necesita el seleccionador.