En cualquier tipo de industria poseen características comunes. Por ejemplo la persistencia, absolutamente necesaria en la tarea de ventas.
Frente a los obstáculos que asoman delante de manera recurrente, buscan alternativas y soluciones con tenacidad.
Saben lo que quieren lograr y planifican el acercamiento. Se cercioran de que sus metas sean específicas, realizables, relevantes para su situación personal, y las establecen en el tiempo tomando medidas diariamente.
Saben hacer preguntas oportunas y de calidad, para poder determinar la situación del cliente y sus necesidades de compra.
Saben presentar su productos o servicios de manera eficaz, mostrando al cliente sus características, así como las ventajas y las soluciones que les pueden ofrecer.
Saben que los clientes les dirán todo lo que necesitan saber si dan a sus clientes la oportunidad de que hablen y escuchan cuidadosamente sus comentarios, de los que normalmente toman alguna nota.
Son apasionados. Aman a su empresa y sacan a relucir el orgullo de trabajar en ella cuando hablan de su organización, sus productos y servicios. Cuanta más pasión, mayor es la ocasión de tener éxito en la venta y más demuestra el esfuerzo y la entrega en su importante trabajo.
Son entusiastas y muestran un sentido del humor positivo, incluso en las épocas difíciles: Su entusiasmo es genuino y contagioso. Cuando se enfrentan a situaciones desagradables o negativas, eligen centrarse en los elementos positivos en vez de dejarse ganar por lo que está ocurriendo.
Son responsables de sus resultados. No culpan a la economía, ni al mercado ni a los competidores, si no pueden resolver sus ventas. Saben que los resultados dependen básicamente de sus acciones.
No esperan que el negocio llegue a su mesa y van detrás de él. Comienzan su jornada puntualmente, hacen llamadas de prospección de manera constante. Hablan con mucha gente y hacen todas las gestiones oportunas sin pereza.
Permanecen en contacto con sus clientes y utilizan para ello una variedad de acercamientos. Les envían por ejemplo artículos de valor y noticias vía e-mail. Están constantemente alerta y en el puesto de observación para que, en las nuevas necesidades, sus clientes les tengan en cuenta.
Demuestran valor. El mundo de hoy es cada vez más competitivo que nunca, pero nunca basan sus argumentos sobre el precio, pues no piensan que sea el factor de compra y la única motivación, ni la razón primaria por la que alguien elige su producto o servicio.
Saben que un comprador bien informado basará generalmente su decisión en el concepto de valor que haya sabido presentar y saben crear este valor con cada cliente que encuentran en su día a día.