El cambio nos asusta, es normal porque nos saca de nuestra ‘zona de confort’ y nuestra mente teme perder el control. Pero que sea normal porque le pasa a todo el mundo no quiere decir que no haya nada que podamos hacer. Es nuestra obligación esforzarnos para superar el miedo al fracaso que nos impide vivir la vida que queremos y que además nos merecemos, ya sea en nuestra vida personal, vida laboral o en el emprendimiento. Acabemos con el miedo.
El Cambio en la vida personal
Hay infinidad de temas importantes en nuestra vida personal que pueden inclinarnos al cambio, como por ejemplo cambiar de casa, de ciudad, de país, vivir con alguien, separarse de alguien, tener un hijo, comprar una casa, repartir una herencia, y un largo etcétera que, cuando hablamos de cosas importantes, pueden tener un gran efecto en nuestro futuro.
El miedo al fracaso es siempre fruto de tu falta de confianza en ti misma/o, y va a tener consecuencias sea cual sea el cambio. Cuando sientas ese miedo, piensa en qué te llevó a tomar esa decisión. Si eres una persona sensata, seguro que estudiaste las ventajas e inconvenientes y valoraste los efectos que tu decisión podría tener en tu vida. Si a pesar de tu valoración te inclinaste por el cambio, ¡confía en tu propio criterio! En la vida no hay nada seguro, acepta el riesgo.
El Cambio en la vida laboral
Tanto si vas a cambiar de posición dentro de la empresa en la que trabajas como si vas a hacer un cambio a otra empresa, estarás planteándote cómo te irá en el nuevo puesto, qué tal lo harás, cómo te valorarán en la empresa en tu nueva posición, etc. Todas estas preguntas son normales, el problema es vivirlas desde el miedo al fracaso, porque te limitan. Y no sólo eso, cuando funcionamos desde el miedo estamos mermadas/os y por lo tanto más cerca de fallar al no desarrollar todo nuestro potencial.
Como ya te comentaba en mi artículo “Cómo tomar una decisión laboral que afecta a tu familia” debes desmitificar el miedo al fracaso, nos han inculcado que fracasar es lo peor del mundo cuando en realidad forma parte del proceso de aprendizaje. También en la vida laboral ese miedo al fracaso es fruto de tu falta de confianza en ti misma/o, y va a tener un efecto nefasto en tu adaptación al nuevo puesto. Cuando sientas ese miedo, conecta con momentos de éxito en anteriores puestos, con felicitaciones de tus superiores, con la satisfacción que sentiste al ver un trabajo bien hecho o una entrega a tiempo de algo complicado, etc.
El Cambio hacia el emprendimiento
Cuando el cambio es hacia el emprendimiento, el miedo al fracaso es aún mayor. Y el entorno no ayuda. Cuando decidí dejar mi puesto de Manager en una multinacional importante en la que tenía muy buen sueldo y estatus, casi nadie lo entendió. Y la gente que nos quiere opina, lo que incrementa nuestro miedo debido a la presión que ejercen que, aunque nunca es con mala intención, sí que llega a perjudicarnos seriamente.
Cuando sientas que el miedo al fracaso te acecha, conecta con la ilusión que sientes por lo nuevo, con todas las razones que te han empujado a tomar la decisión de inclinarte por el emprendimiento como trabajar en lo que te apasiona, tomar tus propias decisiones, no depender de nadie, no tener techo de ingresos, decidir tu propio horario, y un largo etcétera que seguro tienes en la cabeza y que te inclinaron a tomar tu decisión.
Cuando tengas que hacer un cambio ya sea en tu vida personal o en tu vida laboral, elimina el miedo al fracaso. Desmitifícalo aceptándolo como parte del aprendizaje, y confiando en ti. Cuando aceptas el cambio en tu vida personal, en el trabajo o hacia el emprendimiento, has tenido que sopesar los pros y los contras que supondrá dicho cambio, así que confía en tu criterio y emplea tu energía en prevenir problemas en lugar de malgastarla en un miedo absurdo que no te aporta nada pero sí te aleja de tu meta.
“Sólo cuando dejamos de temer, comenzamos a vivir” Dorothy Thompson.