Es un lugar casi un lugar común pensar que el secreto para obtener ganancias es comprar barato. Esto sería comprar una acción con expectativas grandes de alza porque se esperan buenos ingresos de la empresa a futuro, o adquirir un bono a precio por debajo de su valor, con una tasa de descuento alta. Esta receta da por sentado que los mercados tienen un comportamiento racional, y que para invertir habría que seguirla y así convertirse en rico en poco tiempo.
Sin embargo, de acuerdo a distintos estudios de comportamiento, las personas suelen hacer lo contrario a lo que indica el ” leal saber y entender” . Es habitual encontrar una relación muy importante entre el optimismo del inversor y el ingreso de dinero al mercado accionario. El espiritu de grupo suele imponerse a la razón y a los argumentos macroeconómicos. El resultado es que muchos suelen comprar caro y vender barato, algo que se contradice con las teorías que hablan de la racionalidad de los inversores. La causa, dicen los que saben, es que se compran acciones cuando los valores ya crecieron, y esto implica que sea tarde para que las ganancias sean altas. Esto quiere decir que se intenta jugar con los altibajos de las bolsas, en lugar de analizar el futuro de la acción teniendo en cuenta el flujo potencial de ingresos y las estrategias de negocios conocidas. Teniendo estos datos, ¿qué podemos concluir? Que es imposible pretender entender hacia dónde irá el mercado en el corto plazo sólo analizando sus vaivenes de los últimos tiempos.Y si intentamos eso, es posible que a pesar de nuestra confianza en nuestras decisiones, lo que haremos será comprar caro y vender barato, como le pasa la mayoría de las personas.
Conviene seguir las decisiones de los bancos centrales?
Hay teorías que plantean que hay que observar la tasa de descuento de los bancos centrales para entender la dirección del mercado accionario a futuro. Esto es, cuanto más barato sea tomar crédito, más dinero habrá para aplicar al mercado accionario, que continuará en alza. Pero la historia da por tierra con este mito. Después de la crisis del año 2008, la FED (Federal Reserve System, el banco central de los Estados Unidos) colocó su tasa de descuento a casi el cero por ciento y, sin embargo, el mercado accionario norteamericano cayó abruptamente entre los meses de abril y junio del año 2011, al igual que entre octubre y noviembre del año 2012.Y esto sucedió con acceso al crédito barato. Entonces, a pesar que el concepto de que a alta liquidez a bajo costo implica una mejoría para las bolsas, hay otras variables para considerar. Tampoco es lo ideal seguir a los “peces gordos” , porque se dice que a veces un operador importante compra una acción barata para luego difundir que ese activo subirá, y así lograr que otros entren. Luego, este operador vende, y genera una venta masiva por parte de sus seguidores. La jugada es que ese mismo jugador recomprará barato lo que vendió caro.
Es un mito creer que los mercados se autorregulan y alcanzan el precio justo. Una de las razones es que el “precio justo” de una acción no existe. Otra razón es que los mercados pueden ser eficientes en términos de la velocidad con la que se incorpora la información a través la tecnología actual. Pero esos datos los interpretan personas, que pueden equivocarse. Y finalmente, los mercados accionarios se comportan conforme a los vaivenes de la macroeconomía a lo largo del tiempo. Pero en el corto plazo, están bajo los efectos de los errores de información, del temor a arriesgar, al exceso de expectativas y las posibles manipulaciones.
Por eso, los futuros inversiones tienen que tener en claro que los stocks son apuestas a largo plazo. Y también tienen que entender que la solvencia y continuidad de una empresa a la que se apuesta está determinada por la capacidad de generar ganancias futuras, más que de su actividad y éxitos pasados.