Un buen líder no sólo se encarga de supervisar o guiar a sus trabajadores, también debe pensar en la importancia que tiene ser todo un referente para ellos: un espejo en el que mirarse. Ser un fantástico jefe requiere proporcionar inspiración a las personas que te rodean. ¿Cómo? Sigue leyendo, es muy sencillo.
1. Sé uno más No vale con pasar por la oficina de vez en cuando, comprobar que todo va bien y volver a encerrarte en tu despacho. Si quieres ser un referente, si quieres inspirar a tus trabajadores, tienes que comenzar por ser un trabajador más. Involúcrate al cien por cien en cada proyecto, debes estar siempre al tanto de todo lo que sucede.
2. Deja de hablar para comenzar a actuar: da ejemplo ¿Qué importa que des charlas con teoría que luego no aplicas? Puedes ahorrarte discursitos innecesarios que muchas veces ni siquiera son valorados por los trabajadores, y comenzar a aplicar esas premisas de una forma totalmente práctica. La mejor forma de dar ejemplo es con hechos concretos.
3. Propón tus ideas como hacen los demás En reuniones de “brainstorming” o cuando no sepas que hacer, reúnete con tu equipo y que cada uno aporte sus ideas. Lo peor que puedes hacer es imponer la tuya sin haber escuchado antes las de los demás. Te llevarás una grata sorpresa… Además puedes inspirar a tus trabajadores con tus conocimientos o aportaciones.
4. Ofrece soluciones reales y factibles Pasar por encima de los problemas o dar soluciones irrealizables es de todo menos inspirador. Si quieres servir de “espejo” a las personas que trabajan contigo, sé real. Ni más ni menos.
5. Reconoce tus errores Nadie es un referente si jamás reconoce que se equivoca y pide perdón. Todos tenemos derecho a equivocarnos, pero reconocerlo hará que tus empleados no tengan miedo a expresarlo cuando ellos fallen.