Como he mencionado en el artículo anterior, existe una marcada diferencia entre las 2 generaciones (x-y) que dificultan las relaciones laborales, y más aun si se trata de la relación jefe-subordinado. Constituimos un buen desafío para los líderes, por nuestra tendencia de cuestionar y poner en discusión los paradigmas de gestión fijados.
Lo importante es lograr una adaptación que permita mejorar estas relaciones, pulir los canales de comunicación y fomentar a un mejor clima laboral.
Si bien nuestro compromiso no es con la organización, (porque desconfiamos de ella), si nos comprometemos con las personas, y por esto es muy importante el rol del Líder dentro de las organizaciones.
Estos son los principales tips a la hora de liderar nuestra generación:
• Liderazgo Situacional: La autoridad se debe construir a través del ejemplo y no por la demostración de poder. Deben generar confianza, hacernos saber que esperan de nosotros y ser asertivos a la hora de fijar acuerdos de expectativas, formas do control y evaluaciones de desempeño. Por esto, el mejor estilo de liderazgo a aplicar en estos casos, es el situacional y nunca el autoritario o paternalista, ya que valoramos consejos, apoyo, reconocimiento y buscamos ser liderados en forma integral,
• Generar Desafíos: El conformismo no entra en nuestra escala de valores, por eso deben retarnos a liderar proyectos, más que administrar las tareas, no permitan que nos estanquemos, el desafío es nuestra base de acción laboral.
Somos personas orientadas a la acción, necesitamos que nos planteen nuevos objetivos, y de un feedback en los momentos precisos.
• Honestidad: Dentro de los valores mas reconocidos por nosotros, es la integridad, preferimos un “no sé” antes que una mentira. Sea honesto y claro con nosotros. Sea coherente con sus pensamientos
• Clima Laboral positivo: nos potenciamos en un ambiente creativo, con buenas relaciones, y clima de trabajo, donde se valore nuestro aporte, y la libertad de pensamiento.
Si el líder aprende a encauzar y aprovechar el potencial real de nuestra generación, lograría mayor efectividad a nivel empresarial: tenemos buenas relaciones interpersonales, gran tendencia al pensamiento lateral, una nueva visión acerca de la gestión de las personas en las organizaciones y acceso a tecnología. Todo esto nos coloca por encima de otras personas a la hora de encarar proyectos, y cambios organizacionales.
Estamos provocando cambios positivos en las empresas, como horarios flexibles, oportunidades de capacitación y movilidad, que a la larga se extiende para todos. Algunos dicen que nos animamos a poner los límites que las otras generaciones no pudieron.
Lo ideal es poder combinar y lograr un equilibrio entre la experiencia, perseverancia y orientación a largo plazo de la generación X, con la espontaneidad, impulso y creatividad de la Generación Y.
Si las empresas lo logran será una excelente oportunidad para construir grandes equipos de trabajo, potenciando y administrando profesionalmente las diferencias para seguir creciendo y mejorando como compañías de alto nivel en este mundo tan cambiante.
