Luego de varios meses de trabajo, el periodo de vacaciones es un momento esperado por todos los argentinos que desean alejarse de la rutina diaria durante unos días. Pero, si no se realiza una planificación correcta, al regresar a su hogar se pueden traer deudas que con el tiempo se vuelven un verdadero dolor de cabeza financiero.
Durante los últimos años los operadores turísticos manifestaron una tendencia por parte de los argentinos a vacacionar en el exterior. Sin embargo, la corrida cambiaria que se produjo a lo largo del año y en donde el dólar llegó a tener un aumento de hasta el doble de su valor correspondiente a enero, trajo como consecuencia que aumente la cantidad de personas que consideran vacacionar dentro del país.
Cuando la situación económica no es la esperada a principio de año, las personas se ven obligadas a cambiar o reorganizar sus vacaciones, ya que cuentan con un presupuesto más acotado. “En estos momentos es importante reconocer cuál es la capacidad de pago de cada persona. Es decir, de cuánto dinero puede disponer sin que esto afecte sus finanzas. En el caso de que desee aumentar este monto, deberá reducir sus gastos o buscar alternativas para obtener más dinero”, explica Rodrigo Nadal, director de Resolvé tu Deuda.
No obstante, dijo,en el caso de caer en deudas impagables durante las vacaciones, se puede recurrir a expertos que analicen el estado financiero de cada deudor y encuentren soluciones a la medida. Resolvé tu Deuda cuenta con profesionales financieros que trabajan con el objetivo de ayudar a los clientes a liquidar sus deudas con sus propios recursos.
El director de la reparadora de crédito con presencia en Latinoamérica compartió algunos consejos financieros para planificar las vacaciones con el objetivo de evitar caer en deudas impagables al regresar:
Precisar un presupuesto.
Como primer paso es importante calcular cuál es el dinero total que le va a destinar y dividirlo por los días de descanso. Luego se puede dividir los gastos en primarios, como los pasajes, hospedaje, traslados y excursiones; y los secundarios que hacen referencia a los alimentos, regalos u otros gastos que se realizan en destino. Las vacaciones son temporadas periódicas donde se gasta una suma elevada de dinero en pocos días, por lo que es recomendable que se comience a ahorrar con antelación.
Definir el tipo de viaje
A la hora de vacacionar hay varias opciones; playa o montaña, ir en avión o en auto, optar por un hotel o una casa. Todas estas decisiones están relacionadas a preferencias personales pero que van a definir los diferentes gastos que se deben considerar. También es recomendable investigar el rango de precios del destino para elegir la opción que mejor se adapte al presupuesto.
Planificar las excursiones.
Cuando se elige un destino nuevo o se viaja en familia, se suelen ocupar los tiempos libres con distintas actividades para conocer la ciudad o para entretener a los más pequeños. Para prevenir gastos innecesarios es recomendable organizar un itinerario con el lugar que se visitará cada día y consultar el costo de cada actividad. También se puede evaluar la posibilidad de realizar la excursión por cuenta propia para reducir los gastos.
Consultar por las rebajas.
Algunos destinos turísticos cuentan con tours gratuitos para recorrer las principales atracciones de la ciudad mientras un guía explica la historia del lugar. Por otro lado, la mayoría de los museos o parques ofrecen rebajas de precios para niños, estudiantes o personas de la tercera edad. Al prever estas opciones se puede acceder a diversas actividades recreativas a un costo reducido, lo cual favorece a las personas con presupuestos acotados.
Controlar los regalos.
Volver de las vacaciones sin recuerdos para los familiares y amigos u olvidarse de llevar algo para compartir con los compañeros de la oficina es impensado para muchos turistas. Lo cierto es que en este tipo de presentes es la fuga principal de dinero en las vacaciones, por lo que es elemental definir cuanto dinero se desea gastar con el objetivo de evitar salir del presupuesto.
En un contexto económico cambiante, aún tomando recaudos, es posible que con el paso de los meses las personas alcancen un estado de morosidad luego de las vacaciones. Esta situación se transforma en un problema sin solución ya que la mayoría no tiene una educación financiera que le permita administrarse de manera correcta. Si el deudor no logra estabilizar sus deudas siempre puede recurrir a los expertos en finanzas para que le brinden asesoría y los ayuden a salir de las deudas.